Actualizado: 05/07/2024
El reciente desarrollo en la Universidad de Sídney promete convertir las emisiones de metano de los vertederos en combustible sostenible para aviones, ofreciendo una solución innovadora y prometedora frente al cambio climático.
Metano: Una Amenaza Potente y una Oportunidad Oculta
El metano, componente principal del gas de vertedero, es considerablemente más potente que el dióxido de carbono en su capacidad de atrapar calor en la atmósfera. Las emisiones de metano han aumentado drásticamente en los últimos años, con los vertederos y la quema de combustibles fósiles como principales contribuyentes. Este desafío se alinea perfectamente con el compromiso reciente de Australia con el acuerdo internacional de mitigación del metano, subrayando la urgencia de abordar este problema.
Según el profesor PJ Cullen, autor principal del estudio e investigador de la Escuela de Ingeniería Química y Biomolecular de la Universidad de Sídney, «los vertederos son grandes emisores de gases de efecto invernadero, principalmente metano y CO2. Nuestro proceso captura estos gases y los transforma en combustibles específicamente para sectores como la aviación, que son difíciles de electrificar«.
De Gas de Vertedero a Cielos Limpios
Las emisiones globales de los vertederos se estiman comparables a las del sector energético completo, destacando el vasto potencial de esta tecnología. La aviación, actualmente responsable de aproximadamente el 3% de las emisiones globales, se beneficia enormemente de esta innovación. Al crear un sistema de combustible de «bucle cerrado», los combustibles tradicionales y sostenibles, que también contribuyen a las emisiones, pueden ser eliminados gradualmente, reduciendo significativamente nuestra huella de carbono.
Plasma: Conversión de Bajo Consumo Energético y Alto Impacto
El proceso comienza con la extracción de metano de los vertederos utilizando pozos de metano disponibles. El profesor Cullen explica, “La composición del gas extraído coincide casi perfectamente con lo que nuestro proceso requiere”.
La verdadera innovación reside en la tecnología de plasma no térmico. Este enfoque utiliza electricidad para excitar el gas a bajas temperaturas y presión atmosférica. Imagina pequeñas burbujas de gas llenas de partículas energizadas. Estas burbujas, inducidas por la descarga de plasma, facilitan la conversión del gas, en este caso, gas de vertedero, en productos valiosos como el combustible para jets.
¿Los beneficios clave? El bajo consumo energético, debido a la ausencia de calor extremo o presión, lo hace altamente compatible con fuentes de energía renovables. Esto reduce el impacto ambiental y allana el camino hacia un futuro más sostenible.
Este estudio representa un paso crucial hacia una industria de aviación más verde y una economía circular más robusta para la gestión de residuos. Mediante el poder de la tecnología de plasma, podemos transformar una amenaza ambiental mayor en una fuente de combustible de combustión limpia, propulsándonos hacia un futuro más sostenible.
Vía acs.org
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