Proyecto Ursa, la casa prefabricada móvil hecha para vivir fuera de la red. Cuenta con paneles solares fotovoltaicos, sistemas de recolección de agua de lluvia, y los interiores más acogedores que convierten la estética de «cabaña en el bosque» en un estilo de vida.
Esta pequeña casa, bautizada como Ursa, se encuentra actualmente en Cascais, Portugal, y puede funcionar completamente fuera de la red como cabaña u oficina remota.
El tejado tiene una inclinación del 5%, lo que permite que el agua de lluvia drene fácilmente en un par de depósitos con una capacidad total de 650 litros. Esta agua se redirige al fregadero de la cocina, al lavabo del baño y a la ducha, donde se filtra y se reutiliza. Después, el agua reutilizada va a otro depósito que la redirige para regar las plantas.
Ursa cuenta con paneles solares fotovoltaicos en el tejado. La inclinación de los paneles puede ajustarse hasta un 30% para maximizar la energía que se puede aprovechar durante todo el año, lo que la convierte en una casa diminuta móvil muy eficiente desde el punto de vista energético.
La energía producida por estos paneles solares se puede consumir directamente o almacenar para más tarde, gracias a las baterías incorporadas, de modo que los residentes siempre tendrán energía a su disposición cuando la necesiten y no tendrán que depender de una red eléctrica externa o de generadores.
Ursa ofrece 17 m2 de espacio útil, incluyendo una cocina, un cuarto de baño completo con un inodoro seco para producir compost, una zona de estar, dos zonas para dormir y una cubierta exterior.
La calidez de la madera se suma al carácter acogedor de la pequeña casa, y aunque los espacios se funden entre sí, Ursa ofrece un refugio hogareño para quienes buscan escapar del constante bullicio de las grandes ciudades.
Diseñador: Madeiguincho.
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