En un panorama actual, donde el deterioro del ambiente se vuelve cada vez más importante, la bioconstrucción emerge como una manera de reducir el impacto ambiental de la arquitectura, preservando la calidad de vida que otorga una vivienda al ser humano.
Si nunca has escuchado sobre esta forma de construcción, es posible que tengas algunas preguntas: ¿Cómo se hace la bioconstrucción? ¿Qué beneficios y qué desarrolla? ¿Cómo se realiza una vivienda con bioconstrucción?
A continuación, te contamos todo sobre la bioconstrucción, desde cómo se hace y cuál es su trayectoria hasta su importancia para el medio ambiente y la sociedad.
¿Qué significa el término bioconstrucción?
La bioconstrucción se entiende como una forma de construir respetuosa con los seres vivos y el medio que habitan. Se busca lograr un balance entre la necesidad de conservar el ambiente, cuidando la salud y bienestar de las personas.
Este término tiene aspectos que lo diferencian de otras cuestiones como la construcción sostenible, por ejemplo.
El primero es una integración óptima con el entorno. Esto se logra utilizando recursos locales, considerando la morfología del terreno y su vegetación e incluso utilizando formas y colores acordes en el diseño de las viviendas, para generar una sensación de armonía.
También, debido a que se hace énfasis en la optimización de recursos, porque se busca lograr una buena distribución de los espacios. Esto se refiere a que las casas o edificios cuentan con sistemas que aprovechan los elementos naturales del entorno para ahorrar en gastos térmicos o de energía, como pueden ser paneles solares.Puedes encontrar este tipo de edificación más cerca de lo que crees. Por ejemplo, con estos proyectos de casas en Cartagena.
Una breve historia de esta técnica de construcción.
La bioconstrucción no es nueva en los hechos, pues las edificaciones tradicionales, anteriores a la proliferación del hormigón o el acero, se hacían con elementos del entorno como piedra, tierra o madera y satisfacían la necesidad de refugio de sus habitantes.
Sin embargo, el origen de la bioconstrucción como concepto se remonta a la década de los 70, cuando en Europa se le dio nombre a la corriente arquitectónica que retomó el uso de materias primas naturales para conseguir construcciones sostenibles y ecológicas.
Luego, gracias a factores como la crisis ambiental y la consiguiente concientización sobre el calentamiento global, la bioconstrucción se ha expandido hasta tener un lugar cada vez más relevante.
De hecho, está presente en países de América Latina como Argentina, Chile, México y Colombia. Esto es,tanto en el sentido de la formación profesional como en el desarrollo de arquitectura novedosa, tal como se puede apreciar en estos nuevos proyectos de vivienda en Bogotá.
Materiales y técnicas aplicadas en estas construcciones
Lo más común es que los materiales bioconstrucción sean los que existen dentro del lugar donde se va a edificar la vivienda. Entre las más utilizadas se encuentran: adobe, piedra, tierra cruda o cocida, papel (sobre todo por el aislamiento de celulosa), madera y sus derivados, entre otros materiales vegetales.
Lo fundamental es edificar de forma que las casas bioconstrucción sean una inclusión y no una invasión para el medio ambiente. De esta manera, se busca que el impacto en el entorno sea ínfimo.
En esta misma línea, se utilizan técnicas que incorporen sistemas de aprovechamiento y ahorro de energías a partir de usar los recursos naturales estratégicamente y la climatología local. Además, se utilizan sistemas de recuperación de residuos y depuración de vertidos.
Importancia de la bioconstrucción para la sociedad actual
Construir con materiales bioconstrucción tiene todo tipo de ventajas ecológicas, como por ejemplo: un significativo ahorro de energía, aprovechamiento de las energías renovables, reutilización del agua. gestión sostenible de los desechos y utilización de materiales ecofriendly o reciclables.
Por ende, en el contexto de una crisis ambiental que se hace cada vez más latente, la bioconstrucción es una alternativa arquitectónica que atiende las necesidades humanas, al tiempo que alivia la presión que imponemos en el planeta.
Generalizar el uso de las casas bioconstrucción significa una apuesta por la cultura regenerativa, saludable, resistente y adaptable. Tener un enfoque holístico como este es fundamental, pues así se crean soluciones sostenibles y realizables que puedan mantenerse en el tiempo.
Por eso la bioconstrucción es muy relevante para la sociedad actual, porque soluciona un aspecto importante de uno de los mayores problemas del siglo XXI. Lo más importante es que preserva el derecho de las generaciones futuras a un ambiente saludable, sin sacrificar los intereses o el bienestar de las generaciones actuales.
Bioconstrucción e inversión inmobiliaria
Como tendencia arquitectónica novedosa, la bioconstrucción es también una excelente oportunidad para invertir. Primero, porque esto garantiza que la inversión está colaborando con la conservación del medio ambiente, pero también existen motivos económicos para hacerlo.
Por ejemplo, con la bioconstrucción se accede a créditos verdes e incentivos. Por otra parte, se asegura que la propiedad está protegida contra los riesgos climáticos generados por el calentamiento global, lo cual implica un menor riesgo de pérdidas.
Además, debido al uso optimizado de los recursos naturales y al diseño estratégico orientado a la adaptación al entorno, invertir en propiedades como casas bioconstrucción también implica poder ahorrar en costos y obtener las ganancias que garantiza una vivienda innovadora.
En este sentido, una excelente opción para orientarte en cuáles son los proyectos más redituables es la plataforma inmobiliaria La Haus, Punto Propiedad o Viventa. Allí podrás encontrar las edificaciones más novedosas en cuanto a arquitectura verde y con los precios más convenientes para que puedas invertir en innovación.
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