Actualizado: 03/06/2022
La rapidez y la simplicidad son clave cuando, por ejemplo, se produce una catástrofe natural y el acceso a electricidad urge para responder lo antes posible ante la emergencia. Para estos casos, y para otros muchos, se ha ideado Rapid Roll, un nuevo sistema solar que se puede a cualquier lugar del mundo en contenedores de transporte estándar. Además, su instalación es tan sencilla que solo hace falta desplegar esta tecnología como se haría con una alfombra para, en minutos, contar con energía.
Alta potencia, facilidad para el transporte global, puesta a punto instantánea, y sencillez de uso. Son los cuatro puntos fuertes de Rapid Roll, según sostienen sus creadores, la startup británica Renovagen. Aunque está en fase de desarrollo para alcanzar la escala comercial, esta innovación tiene como máxima el ‘plug & play’ o, en español, el enchufar y poner a funcionar.
Esta particularidad es posible porque para que Rapid Roll empiece a aportar energía no hace falta ningún experto. ‘Desenrollar y captar energía’, sería el equivalente perfecto a ese plug & play que se alcanza con esta especie de alfombra solar. Su diseño modular no solo permite que la solución se ajuste a las necesidades de cada usuario, sino que ayuda a contener cualquier daño y, también, a optimizar el rendimiento de cada una de las secciones.
La sencillez del sistema se refleja en los tiempos de montaje y de aprovechamiento. Para una instalación de cinco o diez metros de ancho y hasta cien de largo (la primera, apta para su transporte en un contenedor de 20 pies y, la segunda, en uno de 40), la instalación y la puesta en marcha sería cuestión de horas. “Esta tecnología hace posible el despliegue de grandes capacidades de energía en menos tiempo que cualquier competidor”, aseguran los creadores. Hasta 18 kW en dos minutos de montaje, y menos de una hora para 300 kW.
Estos atributos hacen que esta solución pueda convertirse en un activo para operaciones ante catástrofes o para su traslado a cualquier zona en la que haya que atender una situación de crisis humanitaria. La industria militar, la minería, la producción cinematográfica o, también, las Smart Cities, son otros de los potenciales clientes de esta tecnología.
Pero además, sus impulsores aseguran que a todo lo anterior se suma la capacidad de su solución que, dicen, puede generar diez veces más energía que otras propuestas semejantes. Aunque, por el momento, Renovagen cifra en 100 kWp la capacidad con un envío en un contenedor de 20 pies, la meta a futuro esta puesta en los 600, con la integración de células solares más eficientes.
Con una expectativa de vida útil de 10 años, esta tecnología no pierde fuelle en condiciones de luz baja o difusa. Sin embargo, obtiene su mejor rendimiento entre los trópicos, donde aseguran que, con ella, la autosuficiencia energética puede alcanzar los 365 del año. A prueba de agua y peso, pero sin pasarse (se puede caminar sobre la instalación, pero no está ideada para ello), estas granjas solares enrollables y portátiles incluyen inversores y baterías para el almacenamiento.
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