Actualizado: 11/08/2022
La acumulación de baterías de litio usadas puede convertirse en un grave problema ambiental en un futuro no muy lejano. Sin embargo, existe una empresa alemana con un innovador proceso de reciclaje que consume poca energía y no produce gases contaminantes.
Los fabricantes de vehículos eléctricos se enfrentan al desafío del reciclaje de las baterías de litio. A medida que aumente el número de coches, se incrementarán las baterías a tratar.
Para la conservación de los recursos, protección del medio ambiente y reducción de los costes, es necesario crear una red de reciclaje industrial para poder reutilizarlas a gran escala.
La batería contiene acero, distintas aleaciones, litio, cobre, cobalto, níquel, plásticos para el aislamiento y electrolitos líquidos. En la Unión Europea solo se reciclan el 5% de las baterías de litio que se venden.
¿Cómo reciclar una batería de litio?
En primer lugar, deben descargarse de forma completa. Después de la descarga, los trabajadores desmontan las baterías manualmente.
La carcasa exterior resistente a los golpes, junto con el resto de estructura de sujeción, cables, circuito de refrigeración y los módulos, se desmontan con una simple herramienta y terminan en cajas de malla ordenadas por tipo.
La empresa alemana Duesenfeld ha desarrollado un método diferente de reciclaje. Consiste en trabajar con mecánica. Para ello aplastan todo el módulo en una atmósfera inerte.
El triturador contiene gas nitrógeno, lo que evita reacciones químicas adicionales. La presión se reduce significativamente. Se evapora el electrolito líquido y luego lo recupera por condensación.
Los restos del módulo de batería se separan con imanes o aire. Hay una lámina separadora que dispone tanto de los materiales ferrosos como los no ferrosos.También se apartan los residuos de los cátodos con níquel, manganeso y cobalto.
Nueva tecnología de reciclaje que ahorra costes.
El reciclaje mecánico ahorra costes de logística, recupera más materia prima y no produce gases tóxicos.
El método de recuperación se realiza a través de electrolitos y no produce compuestos de flúor tóxicos que tienen que someterse a la post-combustión y al lavado que consumen energía.
La empresa ha desarrollado su proceso de reciclaje sin producir emisiones de gases de combustión. No requiere un calentamiento intensivo ni tampoco produce productos tóxicos.
El reciclaje en Duesenfeld no requiere ninguna entrada de energía para calentar ni derretir las baterías. El proceso utiliza un 70% menos de energía para manejar la misma cantidad de baterías de iones de litio que los métodos convencionales.
Una noticia muy importante dado que en unos años las baterías de iones de litio de los coches eléctricos se contarán por millones, y hay que reciclarlas correctamente y recuperar toda la materia prima susceptible de volver al proceso productivo.
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