Actualizado: 23/10/2023
Nos estamos comiendo el planeta. Sí, nos lo estamos zampando a bocados y devorando sus recursos naturales al no hacer, por ejemplo, un uso más responsable del agua.
Lo dicen los datos: nuestros malos hábitos de compra y consumo nos conducen semanalmente a tirar 1,3 kilos de alimentos, por hogar, al cubo de la basura. ¡Sí, lo has leído bien! Es decir, que despilfarramos el 4,5 % de los kilos de alimentos que adquirimos cada año, según nos alerta el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en su informe Desperdicio de alimentos de los hogares en España.
Y ahora te lanzamos una pregunta: ¿cuál dirías que es el ranking de los alimentos más desechados? En primer lugar, las frutas frescas, en un 66%. Seguidas por el pan del día, con un 48%, y las verduras frescas, con un 35%. Lo peor es que no han sido cocinados: van a parar a la basura tal cual los compramos.
Llegados a este punto, es posible que te estés preguntando qué podemos hacer a nivel individual para reducir los efectos que generamos sobre nuestro entorno, ¿verdad? Ya es hora de aprender a consumir de forma responsable. ¿Quieres algunas ideas? ¡Te las damos!
Para empezar, necesitamos cambiar el chip y pensar en cómo aprovechar aquellos ingredientes que nos han sobrado para elaborar una nueva comida. El cocido, por ejemplo, es uno de esos guisos de cuchara que nos gusta degustar y mucho, durante los fríos días invernales. Y precisamente esa es una receta contundente que nos puede dar mucho juego si hemos cocinado en exceso y aún nos quedan algunas raciones en la olla. ¡Recuérdalo!
¿Y qué hacemos con esos garbanzos que nos han sobrado? Los convertiremos en un plato delicioso en nuestra mesa, completamente diferente. ¿Te apetece? Pues coge papel y lápiz y apúntate estas sencillas recetas. Bon appétit!
Puré de puchero.
Empezamos con un plato rápido y fácil de elaborar. Primero troceamos la carne, el chorizo o la morcilla y la patata. Después nos ayudamos de una batidora para ir desmenuzando los ingredientes hasta conseguir una textura uniforme y no excesivamente espesa. Añadiendo un poco de caldo de cocido podemos lograr que el puré sea más o menos líquido, y así adaptarlo a nuestro gusto.
Croquetas de garbanzos.
Se elaboran del mismo modo que las croquetas de toda la vida. Sin embargo, en su versión con ingredientes de puchero, podemos sustituir la leche de la bechamel por el propio caldo del cocido y así conseguir un sabor algo más fuerte y auténtico. El truco es trocear bien todos componentes del plato inicial, para que nuestras croquetas no tengan ningún tropezón.
Cocido como relleno de pimientos del piquillo.
Los pimientos del piquillo en lata tal vez no te resulten muy interesantes, pero si los combinas con los restos del cocido puedes conseguir un plato para sorprender a tus comensales.
Esto es lo que necesitas:
- 1+1/2 brick pequeños de nata líquida para cocinar.
- Un chorrito de tomate frito.
- Queso rallado para gratinar.
Pasos a seguir:
- Pica bien todos los ingredientes que sobraron del cocido, introdúcelos en los pimientos del piquillo y sitúalos sobre una fuente de horno.
- Vierte la nata en un cazo. Cuando esté caliente, añade un chorrito de tomate frito. Mezcla a fondo.
- Precalienta el horno.
- Vuelca la salsa de nata y tomate sobre los pimientos del piquillo rellenos. Hecho esto, incorpora por encima el queso rallado e introdúcelos en el horno hasta que notes que el queso adquiere un color tostado.
Tortilla con cocido.
Para hacer nuestra particular tortilla con garbanzos no tendremos más que seguir el mismo procedimiento que al elaborar una tortilla de patata de toda la vida. En definitiva, los pasos a seguir son:
Picamos una cebolla finamente y la pochamos en una sartén cuando el aceite de oliva esté caliente.
Añadimos la preparación del puchero y una pizca de sal, y ayudándonos de un tenedor la vamos machacando a medida que se vaya haciendo en la sartén.
Cuando notemos que tiene una consistencia de puré espeso, batimos en un plato un huevo por cada ración, e incorporamos los ingredientes de la sartén.
Ayudándonos de nuevo con un tenedor, vamos ablandando la masa para facilitar que se impregne bien de huevo.
A continuación, añadimos unas gotitas de aceite de oliva en una sartén y cuando esté caliente, añadimos el sobrante del cocido en el huevo.
Cuando notemos que cuaje le damos la vuelta. El truco es no dejar que se haga demasiado para que esté lo más jugosa posible.
Sumar el reciclaje a nuestros hábitos diarios es esencial para mantener en vida a nuestro planeta. Además, implica beneficios que repercuten en nuestros hogares, en nuestro entorno y en la sociedad, creando nuevos puestos de trabajo. ¿Lo habías pensado?
Explicar a los más peques esta idea puede no ser tarea fácil, pero a través de las recetas que te hemos propuesto e invitándoles a que participen en la elaboración de las mismas, o gracias a la guía gratuita Manualidades para niños y niñas elaborada por Oxfam Intermón y con contenidos pensados para ellos, podemos acercarles de forma amena y entretenida a la regla de las 3R, convirtiendo reciclar, reutilizar y reducir en labores cotidianas y divertidas, en vez de en tediosas tareas que nos quitan tiempo.
Seguro que tú también conoces más platos que podemos cocinar con las sobras del día anterior o manualidades para hacer con los reyes de la casa. ¿Por qué no nos las cuentas? Anímate a compartirlas con nosotros y reduzcamos, entre todos, las toneladas de basura y desperdicios que generamos en nuestros hogares. ¡Querer es poder!
Autor Invitado.
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