Las aves despegan y aterrizan en una amplia gama de superficies complejas. En cambio, los robots actuales tienen una capacidad limitada para agarrar dinámicamente objetos irregulares. Durante décadas, los científicos han intentado crear máquinas que imiten la forma en que las aves vuelan y se posan. Ahora, un equipo de ingenieros de la Universidad de Stanford ha creado un robot biomimético que puede posarse dinámicamente en superficies complejas y agarrar objetos irregulares como un pájaro.
El equipo ha construido un par de patas parecidas a las de un pájaro -denominadas «stereotyped nature-inspired aerial grasper» (SNAG)- que pueden acoplarse a drones cuadricópteros, lo que les permite volar, coger y transportar objetos y posarse en diversas superficies. Este avance podría permitir a los robots voladores ahorrar energía en situaciones en las que, de otro modo, tendrían que cernirse -por ejemplo, en misiones de búsqueda y rescate- o ayudar a recoger datos más fácilmente en los bosques.
SNAG se basa específicamente en las patas y garras de un halcón peregrino. En lugar de huesos, tiene una estructura impresa en 3D -que ha necesitado 20 iteraciones para perfeccionarse- y motores e hilo de pescar en lugar de músculos y tendones. Cada pata tiene su propio motor para moverse hacia adelante y hacia atrás y otro para agarrar.
La pata del robot absorbe la energía del impacto del aterrizaje y la convierte pasivamente en fuerza de agarre. El resultado es que el robot tiene una garra especialmente fuerte y de alta velocidad que puede activarse para cerrarse en 20 milisegundos. Una vez envuelto en una rama, las garras de SNAG se bloquean y un acelerómetro situado en el pie derecho informa de que el robot ha aterrizado y activa un algoritmo de equilibrio para estabilizarlo.
En las pruebas, los investigadores demostraron la capacidad del robot para atrapar objetos lanzados con la mano, como un muñeco de presa, una bolsa de judías de maíz y una pelota de tenis. Por último, las pruebas en el bosque demostraron que SNAG podía aterrizar y agarrarse a ramas de diferentes grosores, texturas, protuberancias y ramificaciones, y tanto si estaban secas como resbaladizas por el agua.
Los ingenieros de Stanford prevén un sinfín de posibles aplicaciones para este robot, entre ellas la búsqueda y el rescate y la vigilancia de incendios forestales; puede llegar donde los drones no llegan.
Vía stanford.edu
Más información: www.science.org (texto en inglés).
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