Actualizado: 10/09/2021
El gobierno italiano aprueba ley para comenzar a limpiar el mar de plástico y lo hacen de la mano de unos grandes aliados.
El Consejo de Ministros italiano aprobó el proyecto de ley Salva Mare, a propuesta del Ministro de Medio Ambiente.
«Por fin vamos a limpiar el mar de plástico y lo vamos a hacer con unos aliados excepcionales: los pescadores.» Con estas palabras el Ministro de Medio Ambiente, Sergio Costa, anunció la aprobación por el Consejo de Ministros de la esperada ley Salva Mare.
La nueva normativa pretende «contribuir a la recuperación del ecosistema marino y al fomento de la economía circular«, centrándose en la pesca de basura, la limpieza voluntaria y las campañas de sensibilización.
La mayor novedad de esta ley es la introducción de la posibilidad de que los pescadores bajen a tierra el plástico que acaba accidentalmente en las redes, una acción hasta ahora prohibida por la ley.
Aquellos que quieran sumarse al papel de «barrenderos» del mar recibirán un certificado medioambiental y su pesca será «adecuadamente reconocible y reconocida».
Los residuos se pueden llevar a los puertos donde se instalarán los puntos de recogida. Para evitar que los costes de gestión de estos residuos sean soportados exclusivamente por los operadores y usuarios de los puertos de escala, se espera que estos costes sean cubiertos por un componente específico del impuesto sobre los residuos.
«Es una gran victoria para nuestro mar – comentó el Ministro de Medio Ambiente – La del plástico en el mar es una emergencia planetaria, debemos afrontarla ahora, no podemos posponerla«. El mar Mediterráneo está especialmente expuesto al problema, ya que es un mar semicerrado: se calcula que hay al menos 250.000 millones de fragmentos de plástico.
Pero no para todos la solución definida por el proyecto de ley debe considerarse un modelo ejemplar de gestión para este problema.
Según Greenpeace, de hecho, es preocupante y arriesgado pensar en certificar una actividad como sostenible sólo porque está ligada a la recuperación de los desechos marinos. «Por ejemplo, la pesca de arrastre -a menudo una de las principales amenazas para la integridad del fondo marino- también produce una gran cantidad de residuos» -explican en un comunicado de prensa-. Sin duda es bueno que no se devuelvan al mar, pero desde aquí se necesita definir este tipo de pesca sostenible: sería una burla contra los pescadores que realmente pescan de forma responsable, y también para los consumidores que corren el riesgo de ser confundidos por certificaciones confusas y fiables.
Una ley que no soluciona el problema pero que si ayuda a limpiar nuestros mares ya contaminados por plástico.
El texto de la ley Salva Mare, por otra parte, no menciona la prohibición de los plásticos desechables, inicialmente propuesta por Costa a raíz de las prohibiciones ya aprobadas para el algodón (en vigor desde el 1 de enero de 2019) y a los microplásticos cosméticos (a partir del 1 de enero de 2020). Esta vez el gobierno prefirió esperar a la Unión Europea «tan pronto como se publique la Directiva Europea sobre plásticos desechables, también aprobaremos la ley para detener los plásticos desechables«.
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