El sistema de almacenamiento de energía hidro-neumático FLASC, desarrollado por Tonio Sant, Daniel Buhagiar y su equipo, almacena el exceso de electricidad generada por el viento en forma de energía hidráulica, para luego generar electricidad cuando se necesita. Este avance tecnológico ofrece una solución económica y confiable para almacenar energía eólica en alta mar a gran escala.
El Acuerdo Verde Europeo tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para el año 2030. La ampliación de la capacidad de energía eólica marina es esencial para alcanzar este objetivo, pero esta fuente de energía renovable es vulnerable a los vientos intermitentes.
Funcionamiento del Sistema FLASC
El sistema FLASC, sistema de almacenamiento de energía hidroneumático, captura y almacena el exceso de energía durante los vientos fuertes para generar electricidad cuando es necesario. Dos Conjuntos de Vasos de Presión (PVB) están conectados a través de un cable umbilical.
El PVB inferior está asegurado al lecho marino, mientras que el superior se encuentra dentro de una estructura de soporte flotante.
El PVB inferior convierte la electricidad generada por el viento en exceso en energía al comprimir aire usando agua de mar presurizada como un pistón líquido dentro de los reservorios de alta presión. Durante los períodos de baja velocidad del viento, la demanda de los clientes puede ser satisfecha invirtiendo el proceso para liberar la energía almacenada y generar electricidad a través de una turbina.
Ventajas del Diseño Subacuático
El PVB inferior aumenta la capacidad de almacenamiento del sistema y regula la temperatura, que aumenta a medida que el líquido se presuriza y se enfría al liberar la presión. Al estar bajo el agua, FLASC puede utilizar el océano como un disipador de calor natural sin necesidad de un complejo sistema de gestión térmica.
Inspiración y desarrollo
Buhagiar se inspiró en su país natal, donde el uso del suelo es un bien escaso: “Es muy difícil encontrar un espacio para hacer algo, así que la idea era simple. ¿Qué pasaría si pudiéramos tener un sistema de almacenamiento de energía que se ubicara dentro del parque eólico en alta mar utilizando la misma huella?”
FLASC fue desarrollado durante el doctorado de Buhagiar en energía eólica marina, transmisión hidráulica y almacenamiento de energía en la Universidad de Malta.
Supervisado por Sant, profesor de energía eólica, energías renovables marinas y almacenamiento de energía, el sistema fue creado como un desafío académico, más que como una solución a un problema. La universidad reconoció el potencial de su trabajo y los alentó a patentar su invención, brindándoles apoyo durante el proceso.
Impacto y Potencial
El sistema tiene el potencial de estabilizar el suministro de energía de múltiples parques eólicos marinos. Los estudios han demostrado que permite recuperar el 93% de toda la energía almacenada, incluso en aguas más someras y con una mínima huella en el lecho marino. Permitir el almacenamiento de energía en exceso desbloquea un mayor potencial para la energía eólica marina.
Se estima que por cada gigavatio de energía eólica marina producida, se desplazan 3,5 millones de toneladas (Mt) de emisiones de CO2 del carbón y 1,6 Mt de emisiones de CO2 del gas natural cada año.
Innovación y Progreso
Para Sant, la clave del progreso son las ideas: “La mejor habilidad es la capacidad de proponer nuevas ideas que tengan un impacto social positivo… particularmente para los ingenieros, porque aplicamos la ciencia para el bien común de la sociedad.”
El sistema FLASC representa un avance significativo en la integración de la energía eólica marina, ofreciendo una solución eficiente y sostenible para el almacenamiento de energía. Este innovador sistema no solo ayuda a estabilizar el suministro de energía renovable, sino que también contribuye significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los objetivos del Acuerdo Verde Europeo.
Más información: offshoreenergystorage.com
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