Actualizado: 14/07/2021
La producción de electricidad renovable superó a la de combustibles fósiles por primera vez en los meses de verano, respondiendo a los picos de demanda.
El gobierno de Turnbull tiene poca fe en las energías renovables, pero durante este caluroso verano australiano la energía verde ha dado lo mejor de sí misma. Gracias sobre todo a un cielo constantemente despejado que empujó la producción solar a cifras históricas, las renovables australianas generaron casi 10.000 GWh entre diciembre de 2017 y febrero de 2018. Una cifra similar a la del carbón (una fuente que normalmente proporciona cerca de la mitad del suministro eléctrico nacional) ciertamente interesante.
Al final, la energía solar y eólica ha superado con creces a los combustibles fósiles, superando la generación de electricidad a partir del carbón por primera vez en su historia. Este resultado también fue posible gracias al cierre de la impresionante central termoeléctrica de Hazelwood, que por sí sola abasteció más del 5% de la demanda total de electricidad en Australia: sin su contribución, el carbón produjo alrededor de 9.100 GWh.
En el mismo período, las fuentes renovables también superaron la producción de gas, superior en 40 puntos porcentuales, y obviamente la pequeña cuota de electricidad suministrada por los generadores diesel, permitiendo que sólo el carbón los superara.
Los datos se hicieron públicos en la última actualización de Mercados de Energía Verde, que explica cómo las energías renovables no sólo han producido «mucho», sino también cómo lo han hecho en el momento oportuno. En concreto, han podido responder a los picos de la demanda estival, ya que sólo la energía fotovoltaica ha superado la producción máxima del verano anterior (en algunos momentos incluso ha generado hasta un 162% más).
Cómo explica Miriam Lyons, directora de campaña de GetUp, quien encargó el informe «Las energías renovables durante el verano mantenían frescos los hogares durante los períodos de mayor demanda, cuando la gente más necesitaba electricidad. Mientras tanto, las antiguas centrales eléctricas de carbón están demostrando ser cada vez menos fiables. La energía limpia salvó Australia de los apagones de verano. Cuando la central eléctrica de carbón Loy Yang tuvo problemas, la gigantesca batería Tesla de Australia Meridional respondió en milisegundos para mantener la energía.
Los Mercados de Energía Verde también miran hacia el futuro y estiman que la generación renovable aumentará considerablemente en los próximos dos años. En este contexto, las cubiertas solares fotovoltaicas siguen siendo muy populares: en febrero de 2018 se instalaron 117 nuevos megavatios, para un total de 17.252 instalaciones.
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