
La startup Inlyte Energy está desarrollando baterías de sodio-hierro como alternativa escalable y económica a las de iones de litio para almacenamiento de energía de larga duración.
- Alternativa a baterías de litio: más barata y sostenible.
- Materiales abundantes: sodio y hierro.
- Bajo costo proyectado: 35 $/kWh
- Almacenamiento de energía: 6 a 24 horas.
- Durabilidad: hasta 7.000 ciclos, sin pérdida de capacidad.
- Bajo riesgo de incendio, adaptable a cualquier clima.
- Comercialización prevista: 2027 en EE.UU.
- Alianza con Horien para producción en EE.UU.
Una nueva apuesta para el almacenamiento energético de larga duración
La startup californiana Inlyte Energy busca revolucionar el almacenamiento energético de larga duración con una tecnología basada en baterías de sodio-hierro, desafiando el dominio actual de las baterías de iones de litio. Esta innovación podría marcar un cambio profundo en la forma en que se gestiona la energía renovable a gran escala.
Origen y evolución de la tecnología
Aunque las baterías de sodio-hierro no son nuevas —desarrolladas originalmente en los años 70 por Beta Research en el Reino Unido—, nunca llegaron a consolidarse frente al auge del litio. Sin embargo, esta tecnología ha resurgido con fuerza gracias a los avances impulsados por Inlyte. La empresa no solo retomó el concepto original, sino que también adquirió el equipo y las instalaciones de Beta Research, sentando las bases para una segunda oportunidad.
Producción y expansión estratégica
En 2023, Inlyte logró una ronda de financiación semilla de 8 millones de dólares, que le permitió avanzar hacia la producción a escala. El acuerdo con Horien Salt Battery Solutions, que ya fabrica baterías de cloruro metálico de sodio en Suiza, permitirá fabricar las nuevas celdas de sodio-hierro en una planta en EE.UU. El objetivo es iniciar la comercialización en 2027.
Ventajas frente al litio
Las baterías de sodio-hierro ofrecen múltiples beneficios clave:
- Costo estimado de solo 35 dólares por kWh, muy por debajo de los 139 dólares por kWh que cuestan actualmente las de litio.
- Materiales no tóxicos, abundantes y de bajo impacto ambiental: el sodio es el sexto elemento más abundante en la Tierra, y el hierro también es fácil de obtener.
- Mayor seguridad operativa: menor riesgo de incendio y mayor tolerancia a temperaturas extremas.
- Almacenamiento prolongado: entre 6 y 24 horas, frente a las 4 horas promedio de las baterías de litio.
- Longevidad destacada: más de 7.000 ciclos de carga sin degradación, lo que se traduce en unos 20 años de vida útil.
- Sostenibilidad logística: estas baterías pueden transportarse y operar en distintos entornos climáticos sin necesidad de refrigeración activa.
Aplicaciones potenciales
La tecnología se perfila como ideal para almacenamiento estacionario a gran escala, como el que requieren las redes eléctricas alimentadas por energía solar o eólica, donde la intermitencia de la generación impone desafíos de continuidad. También puede ser útil en microredes rurales o remotas, donde el acceso a tecnologías de alto costo como el litio es limitado.
Potencial de esta tecnología
La implementación masiva de baterías de sodio-hierro puede contribuir significativamente a la transición energética global. Al ser económicas, seguras y duraderas, facilitan la integración de fuentes renovables, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. Además:
- Disminuyen la huella de carbono del ciclo de vida del almacenamiento energético.
- No requieren materiales críticos o conflictivos como el cobalto o el litio, cuya extracción genera problemas sociales y ambientales.
- Promueven la economía circular y local, al emplear materiales fácilmente reciclables y disponibles en la mayoría de los países.
Este tipo de innovación acerca a las sociedades a un modelo energético más justo, resiliente y respetuoso con el medioambiente, posicionándose como una de las tecnologías clave del futuro energético.
Más información: Inlyte vía PR Newswire
Jhon Fredy Rey Jiménez dice
es posible que lleguen a Colombia?