El proyecto Sun-powered Textiles ha desarrollado un nuevo método para adherir células solares a las fibras textiles. Su objetivo es el autoconsumo para la electrónica portátil.
Autonomía energética para los textiles inteligentes.
La futura electrónica portátil y la ropa «inteligente» multifuncional necesitarán fuentes de energía ecológicas y siempre disponibles. Para dotar a la industria de la autonomía necesaria, el proyecto Sun-Powered Textiles está trabajando en una nueva generación de textiles fotovoltaicos para dentro de tres años.
La iniciativa, una colaboración entre la Universidad de Aalto, Lindström, Foxa y Haltian, ha creado un enfoque único para integrar las células solares en la ropa y los textiles. Y hacer que el producto final sea resistente al agua y fácil de reciclar.
Se trata de un gran avance, ya que la fotovoltaica clásica no está pensada, obviamente, para acabar en la lavadora.
El lavado es un proceso estresante en el que los tejidos y las células solares están sometidos a presión y colisiones, especialmente durante el ciclo de centrifugado.
Elina Ilén, investigadora.
Para dotar a sus textiles fotovoltaicos de la resistencia adecuada, los científicos de la universidad finlandesa crearon un nuevo sistema de protección y materiales textiles ad hoc. En concreto, el equipo encapsuló pequeñas células solares comerciales de silicio monocristalino dentro de varios tejidos sintéticos mediante un proceso de laminación textil. A continuación, los tejidos se lavaron docenas de veces a 40ºC, midiendo su rendimiento al final de cada ciclo.
Cinco de las ocho muestras mantuvieron su eficiencia inicial, tres perdieron alrededor del 20% de su rendimiento. No se dañó ni una sola célula o tejido.
Ahora que se ha comprobado que la fotovoltaica laminada entre los tejidos es lavable a máquina, tenemos que proteger el resto de los componentes. Nuestra idea es que todos los componentes eléctricos del tejido inteligente puedan estar en el mismo espacio que el solar.
Janne Halme, investigadora y profesora universitaria.
Tejidos fotovoltaicos.
Evidentemente, una parte del trabajo consistía en crear tejidos sintéticos que facilitaran al máximo el paso de la luz a las células que se encontraban debajo, intercalando factores como el corte de la fibra, la estructura del hilo, el grosor, la trama y los colores de los tejidos.
Una célula aplicada en la superficie también afecta al aspecto de la ropa, convirtiéndola en «una armadura robótica». Una célula en el interior hace que el producto sea visualmente mucho más atractivo y ofrece la oportunidad de diseñarlo según las necesidades del usuario.
Elina Ilén.
Y no sólo eso. Los investigadores utilizaron materiales hechos de un solo tipo de fibra, para que fueran fáciles de reciclar. Los componentes electrónicos, incluidos los fotovoltaicos, pueden desprenderse del tejido simplemente aplicando un poco de calor primero.
Más información: www.aalto.fi (texto en inglés).
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