Actualizado: 16/02/2021
Nunca imaginó tener una calle o un edificio construido con materiales capaces de transformar los contaminantes del aire en compost. Puede sonar extraño, pero es posible. Es una tecnología fotocatalítica, que cuando se aplica a pisos y recubrimientos de edificios, transforma el dióxido de nitrógeno (NOx) lanzado al aire por la combustión de los vehículos en abono.
La contaminación del aire es un problema silencioso, pero que puede llevar a consecuencias muy graves. Según la Organización Mundial de la salud (OMS), los contaminantes en el aire causan la muerte de 8 millones de personas al año en todo el mundo.
Como este problema ha ido creciendo exponencialmente, las empresas de todo el mundo son conscientes y así se han lanzado a desarrollar nuevas tecnologías que ayuden a reducir la contaminación, tratando de minimizar sus efectos en el planeta. Los materiales fotocalíticos están entre estas nuevas soluciones prácticas, eficientes e ideales para grandes ciudades que sufren de aire contaminado.
Una de las tecnologías de este tipo ha sido desarrollada por la brasileña Castelatto, denominada DENOX. El sistema es simple e invisible al ojo humano, pero con una buena dosis de estudios químicos y análisis detrás. La reacción ocurre en condiciones ambientales estándar. Con la incidencia de los rayos ultravioleta y la humedad del aire, el dióxido de titanio permite una acción fotocatalizadora, transformando el NOx en nitrato.
La banda de rodadura revestida con este nuevo material no afecta la apariencia del producto final, que sigue siendo el mismo que el concreto tradicional. La diferencia está realmente en su función. DENOX es capaz de reducir la contaminación local hasta un 40%. Además, el material proporciona otros beneficios, tales como propiedades antibacterianas y la degradación de colorantes de origen orgánico.
Un sistema ideal para diferentes tipos de áreas públicas y privadas con grandes concentraciones de personas y, en consecuencia, de contaminación.
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