El racionamiento de bienes como la carne y el combustible puede ser una medida eficaz y equitativa para reducir el consumo de productos con un alto impacto climático. Aproximadamente el 40 % de la población afirma que podría aceptar tales medidas, según una investigación reciente del Climate Change Leadership Group de la Universidad de Uppsala.
Apoyo a la racionamiento de carne para proteger el clima
Oskar Lindgren, doctorando en recursos naturales y desarrollo sostenible del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Uppsala, lideró el estudio y explicó: «El racionamiento puede parecer una medida extrema, pero el cambio climático lo es aún más. Esto puede explicar por qué el apoyo a estas políticas es relativamente alto. Una de las ventajas del racionamiento es que puede percibirse como justo, siempre y cuando sea independiente del ingreso. Las políticas que se consideran justas suelen gozar de mayores niveles de aceptación«, señaló Lindgren.
El racionamiento como herramienta para cumplir objetivos climáticos
Para alcanzar los objetivos climáticos globales, son necesarias políticas que reduzcan de manera efectiva el consumo de bienes con alto impacto ambiental, como la carne y los combustibles fósiles. Sin embargo, la aceptación pública de estas políticas depende en gran medida de la percepción de su equidad. Hasta ahora, la investigación sobre este tema ha prestado mayor atención a instrumentos económicos, como los impuestos al carbono, y ha dejado de lado otros instrumentos como el racionamiento, que podrían ser igual de eficaces.
Un estudio reciente que involucró a casi 9.000 personas en Brasil, India, Alemania, Sudáfrica y Estados Unidos, comparó la aceptación del racionamiento de combustible y alimentos con alta intensidad de emisiones, como la carne, con la aceptación de impuestos sobre los mismos productos. Este estudio es pionero en su tipo y reveló que la aceptación del racionamiento está a la par con la aceptación de los impuestos. Por ejemplo, el 38 % de los encuestados estuvo a favor o muy a favor del racionamiento de combustible, mientras que el 39 % apoyó los impuestos al combustible.
Sorpresas en la aceptación de políticas
Mikael Karlsson, profesor de liderazgo climático en la Universidad de Uppsala y coautor del estudio, destacó: “Lo más sorprendente es que apenas hay diferencia en la aceptación entre el racionamiento y los impuestos sobre los combustibles fósiles. Esperábamos que el racionamiento fuera percibido de manera más negativa, ya que limita directamente el consumo de las personas. Sin embargo, en Alemania, la proporción de personas que se oponen firmemente a los impuestos sobre los combustibles fósiles es mayor que la proporción de personas que se oponen con fuerza al racionamiento de estos combustibles”.
Variación en la aceptación por países
El estudio también mostró que la aceptación de estas medidas varía entre países. En India y Sudáfrica, el apoyo al racionamiento tanto de combustible como de alimentos de alta intensidad de emisiones es mayor en comparación con los demás países estudiados. En contraste, en Alemania y Estados Unidos, una parte considerable de los encuestados se opone firmemente a la racionamiento de carne. Aquellas personas que expresan mayor preocupación por el cambio climático son las más inclinadas a apoyar este tipo de políticas, al igual que los individuos más jóvenes y con mayor nivel educativo.
La justicia como clave para el éxito de las políticas climáticas
Un factor crucial en la aceptación de estas medidas es su percepción de justicia. Los encuestados indicaron que estarían dispuestos a reducir su consumo si sienten que la medida es aplicada de manera justa y si todos deben cumplir con las mismas restricciones. Esto refleja la importancia de diseñar políticas que no solo sean efectivas, sino que también se perciban como equitativas para maximizar su aceptación social.
Otras formas de racionamiento
El racionamiento de recursos no es un concepto nuevo y ya se está aplicando en diversas partes del mundo. Por ejemplo, en regiones con problemas de agua, el racionamiento del agua es una realidad que muchas personas ya enfrentan. El estudio también sugiere que la disposición a limitar el consumo para mitigar el cambio climático es alentadora, siempre y cuando las personas sientan que están actuando de manera conjunta y equitativa.
Implicaciones para la sostenibilidad
Más allá de la carne y el combustible, estas políticas podrían extenderse a otros bienes que generan un impacto significativo en el medio ambiente, como el uso de plásticos o el consumo de energía en general. El éxito de cualquier estrategia dependerá de la capacidad de los gobiernos para diseñar políticas que minimicen la injusticia percibida y que se comuniquen de manera efectiva los beneficios a largo plazo.
El reto para los formuladores de políticas es encontrar un equilibrio entre la efectividad de las medidas y la equidad percibida. En este sentido, tanto el racionamiento como los impuestos al carbono pueden jugar un papel crucial en la transición hacia una economía más sostenible y resiliente frente al cambio climático.
La transición hacia formas de consumo más sostenibles es imprescindible para mitigar el cambio climático, y estudios como este resaltan que, con un enfoque adecuado, las sociedades pueden estar dispuestas a aceptar medidas ambiciosas para proteger el planeta.
Vía www.uu.se
Más información: www.nature.com
Savvys dice
¿cuál es el objetivo real de la Agenda 2030?.Si no perteneces a las élites, no tendrás derecho a tener una vivienda propia, ni coche , tendrás que conformarte con ropa usada, no podrás comer carne, tendrás que conformarte con saltamontes y gusanitos, todo éstas imposiciones vienen disfrazadas de altruismo y de buenas acciones para luchar contra el gran Satán que es el cambio climático, todo con un toque de progresismo y tendremos que dar las gracias por algo que ya es muy antiguo, se llama POBREZA y dónde sólo una élite podrá darse la gran vida, viajar en Falcón, tener vehículo oficial y blindado (con el sobreconsumo de los denostados combustibles fósiles) a los que ello sí tendrán derecho de pernada y barra libre. Cada día me sorprendo menos con la cantidad de aborregados que tenemos en nuestras sociedades mal llamadas democráticas.
Alexis dice
Me hace ruido q contamine más producir carne de pasturas q hacer cereales normalmente vendidos por grandes empresas
Me suena más a negocio de ricos disfrazado de ecologismo