Actualizado: 05/07/2024
Los investigadores de Georgia Tech han diseñado una de las primeras células de levadura del mundo capaz de aprovechar la energía de la luz, ampliando nuestra comprensión de la evolución de este rasgo y allanando el camino para avances en la producción de biocombustibles y el envejecimiento celular.
Levadura impulsada por la luz: un avance en bioenergía y evolución celular
Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech) han logrado un hito significativo al desarrollar una de las primeras cepas de levadura capaces de utilizar la energía de la luz. Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la evolución de este rasgo, sino que también abre caminos para avances en la producción de biocombustibles y el estudio del envejecimiento celular.
La levadura, tradicionalmente conocida por convertir carbohidratos en productos como pan y cerveza en ambientes oscuros, muestra una nueva faceta con este desarrollo. En efecto, la exposición a la luz, que antes podía entorpecer o incluso arruinar su proceso de fermentación, ahora parece ser un factor de estímulo.
Un cambio sencillo, un impacto profundo
El estudio, publicado en «Current Biology», revela cómo los investigadores han transformado las levaduras en fototrofos (organismos que capturan y utilizan energía de la luz) mediante la modificación de un solo gen. Sorprendentemente, esta modificación permitió a las levaduras crecer un 2% más rápido en la luz que en la oscuridad, sin necesidad de ajustes finos o manipulaciones complejas.
Esta capacidad de equipar fácilmente a la levadura con una característica tan importante evolutivamente podría significar un gran avance en nuestra comprensión de cómo se originó este rasgo y cómo se puede usar para estudiar aspectos como la producción de biocombustibles, la evolución y el envejecimiento celular.
La búsqueda de un impulso energético
Este proyecto surge de investigaciones previas sobre la evolución de la vida multicelular. En experimentos anteriores, se identificó que una de las limitaciones mayores para la evolución multicelular era la energía, especialmente en lo referente a la difusión del oxígeno en tejidos profundos.
Aquí es donde entra la idea de utilizar la luz como fuente de energía alternativa. A diferencia de las plantas, que requieren un conjunto complejo de genes y proteínas para convertir la luz en energía, los investigadores descubrieron que los rodopsines (proteínas que convierten la luz en energía sin necesidad de maquinaria celular adicional) ofrecían una solución más simple.
Transferencia genética y evolución rápida
El proceso de agregar un gen de rodopsina, proveniente de un hongo parásito, a la levadura común representa un ejemplo de transferencia genética horizontal. Este tipo de transferencia genética, común con proteínas como los rodopsines, puede provocar saltos evolutivos significativos en poco tiempo.
Los investigadores equiparon a la levadura con rodopsina vacuolar, lo que resultó en un crecimiento aproximadamente 2% más rápido bajo la luz. Este hallazgo proporciona una visión crucial sobre la evolución y subraya la facilidad con que los rodopsines se han diseminado a través de múltiples linajes.
Implicaciones futuras
Más allá de las implicaciones evolutivas, este avance también abre posibilidades para estudiar cómo los rodopsines podrían reducir los efectos del envejecimiento celular. Otros grupos de investigación ya están utilizando estas levaduras solares para avanzar en la bioproducción, lo cual podría marcar mejoras significativas en áreas como la síntesis de biocombustibles.
El equipo de Ratcliff, en particular, está entusiasmado por explorar cómo este beneficio adicional podría influ
ir en la transición de la levadura unicelular a organismos multicelulares. Su experimento de Evolución a Largo Plazo de Multicelularidad (MuLTEE) ya proporciona un sistema modelo ideal para esta investigación. La intención es incorporar la fototrofia en este modelo y observar cómo afecta su evolución.
Un futuro brillante para la biología sintética
En resumen, este descubrimiento no solo cambia nuestra percepción de un organismo tan común como la levadura, sino que también abre nuevas vías de estudio en campos tan diversos como la biología evolutiva, la gerontología y la bioenergía. La capacidad de transformar organismos simples para que utilicen la luz como fuente de energía podría tener implicaciones de gran alcance, desde la producción de alimentos y bebidas hasta la creación de formas más sostenibles y eficientes de biocombustibles.
Este avance, que parece sencillo a nivel genético, podría ser un paso gigante en nuestra comprensión y manipulación de la vida misma, mostrando una vez más cómo la ciencia puede iluminar caminos inesperados hacia el futuro.
Vía gatech.edu
Hugo Carosella dice
Es muy interesante el descubrimiento, debe tomarse con la seriedad pertinente… ya que tratamos con cambios biomoleculares que afefectan al adn humano… ya que nuestro adn cuenta con un 2% particulas luz en su conformación para pertenecer y desarrollarse en este sistema 3d…