Actualizado: 05/07/2024
En un intento por combatir los desafíos que presenta el invierno en las carreteras de Minnesota, el Departamento de Transporte de este estado ha lanzado un proyecto pionero cerca de Moorhead: una valla solar que, además de prevenir la acumulación de nieve en las autopistas, genera electricidad. Esta solución dual no solo aborda el problema recurrente de la nieve arrastrada por el viento, característico del Valle del Río Rojo, sino que también introduce una fuente de energía sostenible en la región.
Durante el invierno, las vallas para nieve son una vista común a lo largo de la Interestatal 94 y otras carreteras estatales en el oeste de Minnesota. Estas estructuras tienen un objetivo claro: detener el viento para que la nieve se acumule antes de alcanzar la carretera, mejorando así la seguridad y la movilidad de los viajeros. La innovación de este proyecto radica en la sustitución de los tradicionales rieles de material compuesto por paneles solares de 15 cm de ancho, diseñados para actuar tanto como barrera contra la nieve como fuente de generación de energía.
El tramo de prueba de esta valla solar, que se extiende aproximadamente un tercio de milla a lo largo de la U.S. Highway 10 al este de Moorhead, ha demostrado ser efectivo en ambas funciones. Según Mijia Yang, profesor asociado de la Universidad Estatal de Dakota del Norte y líder del proyecto de investigación, esta sección de 30 metros no solo detiene la nieve sino que produce entre 20 y 30 kilovatios diarios de electricidad, lo suficiente para abastecer el consumo promedio de un hogar en Estados Unidos.
Además de su capacidad para generar energía, la electricidad producida por la valla se utiliza in situ para derretir la nieve acumulada mediante almohadillas térmicas colocadas en el suelo. Este uso directo de la energía tiene el potencial de mejorar significativamente la gestión de las acumulaciones de nieve, que en inviernos particularmente nevados pueden alcanzar hasta 10 pies de altura.
La viabilidad económica de esta tecnología es prometedora, con análisis que sugieren que una valla solar podría amortizar su costo en tan solo cuatro años. Mientras el proyecto se acerca a su conclusión en junio, el Departamento de Transporte de Minnesota y los investigadores de la NDSU exploran futuras aplicaciones de la energía generada, incluyendo la posibilidad de alimentar áreas de descanso a lo largo de la carretera o estaciones de carga para vehículos eléctricos, e incluso su conexión a la red eléctrica.
Aunque todavía hay preguntas por responder, especialmente en términos de seguridad y uso óptimo de la energía, los resultados iniciales son alentadores. Este proyecto no solo destaca por su contribución a la seguridad vial y su potencial ambiental, sino también por su capacidad para generar ingresos y energía limpia. Con vistas a un futuro en el que las infraestructuras viales contribuyan activamente a la sostenibilidad, Minnesota se posiciona en la vanguardia de la innovación en gestión de nieve y energía renovable.
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