Aunque el dióxido de carbono acapare los titulares como el mayor villano del cambio climático, el metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente. Un equipo del MIT ha demostrado una nueva forma de eliminar el metano del aire, incluso en concentraciones muy bajas, con un tipo común de arcilla utilizada para fabricar arena para gatos.
El metano se emite en grandes cantidades en la agricultura, la minería del carbón, el deshielo del permafrost y como subproducto del procesamiento y el transporte del gas natural.
Comparado con el dióxido de carbono, el metano es 81 veces más potente a la hora de atrapar el calor en la atmósfera en sus primeros 20 años de vida, y 27 veces más potente a lo largo de todo un siglo. Esto significa que la captura y eliminación del metano debe ser una parte clave de nuestras estrategias de mitigación del clima.
Y ahora, los investigadores del MIT pueden disponer de un nuevo y prometedor enfoque usando arcillas de zeolita -estructuras minerales comunes y porosas que suelen usarse como adsorbentes comerciales, como la arena para gatos-. El equipo descubrió que, al tratar la zeolita con cobre, el material se volvía muy eficaz para extraer el metano del aire que lo rodeaba.
Para probar la idea en el laboratorio, los investigadores colocaron partículas de la zeolita tratada con cobre en un tubo de reacción y pasaron por él aire con diferentes concentraciones de metano. Los niveles de metano oscilaban entre dos partes por millón (ppm) y un 2% de concentración, lo que, según el equipo, cubre el rango de niveles de metano en el aire ambiente. El tubo de reacción también se calentó a diferentes temperaturas para facilitar el proceso.
Y efectivamente, la zeolita fue capaz de capturar y convertir el 100% del metano en el tubo cuando se calentó a 310 °C. Esto es mucho más frío que lo que requieren otros métodos de captura de metano, y funciona a concentraciones mucho más bajas, lo que podría ayudar a que la nueva técnica funcione prácticamente en el mundo real.
Pero, por supuesto, hay una trampa: el método convierte el metano en dióxido de carbono. Convertir un gas de efecto invernadero en otro no es lo ideal, pero los investigadores afirman que aún así habría un beneficio neto. Convertir la mitad del metano atmosférico (que ya es mucho) sólo añadiría un 0,2% del CO2 atmosférico actual, pero supondría un ahorro del 16% en términos de calentamiento radiativo.
En estudios anteriores se han utilizado otros tipos de zeolitas para la captura de metano, pero con las ventajas de funcionar a temperatura ambiente y convertir el gas en metanol útil. Sin embargo, sólo funcionaban con gas natural -cuyo componente principal es el metano- y no con aire ambiente, por lo que son más útiles para detener las fugas de metano en la fuente que para extraer el gas de la atmósfera.
El equipo afirma que el lugar más prometedor para utilizar por primera vez el nuevo catalizador sería en las minas de carbón y los establos lecheros, que suelen contener bolsas concentradas de metano. Los requisitos tecnológicos para estos lugares serían relativamente sencillos y podrían integrarse en los sistemas de circulación de aire existentes. Sin embargo, por supuesto hay más obstáculos que superar antes de que esta técnica pueda alcanzar la viabilidad, entre ellos cómo conseguir que el aire fluya de forma más eficiente a través del material arcilloso.
Los investigadores han recibido una subvención de 2 millones de dólares del Departamento de Energía de EE.UU. para desarrollar la tecnología en equipos que puedan probarse en minas y granjas.
Más información: acs.org (texto en inglés).
Vía news.mit.edu
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