50 países obtienen más de 1/10 parte de su energía de fuentes eólicas y solares, según una investigación de Ember.
A medida que las economías a nivel mundial se estaban recuperando del impacto de la Covid-19 en 2021, la demanda de energía tuvo un gran aumento.
La demanda de electricidad creció a un ritmo récord. Esto supuso un aumento de la energía procedente del carbón, que tuvo su incremento más rápido desde 1985.
La investigación de Ember nos muestra que el crecimiento de la necesidad de electricidad el año pasado fue el equivalente a añadir una nueva India a la red mundial.
La energía solar y eólica, junto con otras fuentes verdes, llegaron a generar el 38% de la electricidad mundial en 2021. Por primera vez, la eólica y la solar generaron el 10% del total a nivel mundial.
La proporción que viene del sector solar y eólico se ha duplicado desde 2015, cuando se firmó el acuerdo climático de París.
La transición más rápida se ha producido en los Países Bajos, Vietnam y Australia.
Estos 3 países han trasladado una décima parte de su demanda de electricidad de los combustibles fósiles a las fuentes limpias en los últimos dos años.
Vietnam experimentó un crecimiento espectacular, sobre todo en el sector solar, que aumentó más del 300% en sólo un año. En 2021 hubo un aumento masivo de la generación solar, que satisfizo el aumento de la demanda de electricidad, y además provocó una caída en la generación de carbón y gas.
La mayor parte del aumento de la demanda de electricidad en 2021 se cubrió con combustibles fósiles, ya que la electricidad generada con carbón aumentó un 9%, el ritmo más rápido desde 1985.
Gran parte del aumento del uso del carbón se produjo en los países asiáticos, entre ellos China e India, pero el aumento del carbón no fue igualado por el uso del gas, que aumentó globalmente sólo un 1%, lo que indica que el aumento de los precios del gas ha hecho del carbón una fuente de electricidad más viable para algunos países.
Los precios del gas en toda Europa y en gran parte de Asia son 10 veces más caros de lo que eran el año pasado por estas fechas, donde el carbón es tres veces más caro.
Estos precios, tanto del gas como del carbón, son una buena razón para que los sistemas eléctricos exijan más electricidad limpia, porque la economía ha cambiado de manera fundamental.
A pesar del resurgimiento del carbón en 2021, las principales economías, como las de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Canadá, pretenden cambiar sus redes por otras 100% eléctricas en los próximos 15 años. Este cambio se debe a la preocupación por mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 1,5 ºC este siglo.
Para ello, los científicos afirman que la energía eólica y la solar deben crecer alrededor de un 20% cada año hasta 2030.
Los autores de este último informe afirman que esto es ahora «eminentemente posible».
La guerra de Ucrania también podría dar un impulso a las fuentes de electricidad que no dependen de las importaciones rusas de petróleo y gas.
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