Este aerogel a base de grafeno es el material de aislamiento acústico más ligero jamás fabricado, afirman los investigadores de la Universidad de Bath, que han demostrado su capacidad para amortiguar el ruido hasta en 16 decibelios a pesar de pesar sólo 2,1 kg por metro cúbico.
Puede que el peso no sea un factor tan importante en el caso de las espumas acústicas, pero para situar la densidad de este aerogel en su contexto, compárelo con un absorbente acústico convencional de poliéster y uretano como el Kinetics KUA, que fue «desarrollado para absorber la máxima energía acústica con el mínimo peso y grosor», con una densidad de 32 kg/m3.
Por tanto, en una aplicación determinada, este nuevo «aerogel de óxido de grafeno y alcohol polivinílico», introducido en un panal de Nomex, pesaría menos de una quinceava parte de una instalación de espuma acústica tradicional equivalente.
En ningún lugar el peso es tan crítico como en el sector aeroespacial, y el equipo de Bath ha identificado el aislamiento de las góndolas de los motores de los aviones como un mercado potencial clave para esta tecnología, poniendo como ejemplo que podría reducir el ruido de la cabina de un avión de pasajeros de los 105 dB actuales a algo más cercano a un secador de pelo de 95 dB.
Se trata de un material muy interesante que podría aplicarse de muchas maneras: inicialmente en el sector aeroespacial, pero potencialmente en muchos otros campos, como la automoción y el transporte marítimo, así como en la edificación y la construcción. Conseguimos producir una densidad tan extremadamente baja utilizando una combinación líquida de óxido de grafeno y un polímero, que se forma con burbujas de aire batido y se congela. A un nivel muy básico, la técnica puede compararse con batir claras de huevo para hacer merengues: es sólido pero contiene mucho aire, por lo que no hay que penalizar el peso ni la eficiencia para conseguir grandes mejoras en la comodidad y el ruido.
Michele Meo.
En su artículo, los investigadores afirman que creen que el aerogel tendrá otras propiedades útiles, como la resistencia al fuego y el apantallamiento electromagnético, y que también existe la posibilidad de seguir desarrollándolo para optimizar su capacidad de disipación del calor, lo que sería muy útil en el aislamiento de motores. El equipo afirma que podría comercializarse y utilizarse en 18 meses.
Más información: www.nature.com
Vía www.bath.ac.uk
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