Arabia Saudita firma el mayor acuerdo mundial de almacenamiento en baterías con BYD de China, instalando 2,5GW / 12,5GWh de baterías LFP.
Arabia Saudita es conocida por sus acuerdos de gran envergadura, y su más reciente movimiento ha sacudido la industria del almacenamiento energético. El país ha firmado un contrato con BYD Energy Storage para lo que se considera el proyecto de almacenamiento en baterías más grande registrado hasta la fecha.
El acuerdo comprende la instalación de cinco baterías de fosfato de hierro y litio (LFP), cada una con una capacidad de 500 megavatios (MW) / 2.500 megavatios-hora (MWh), distribuidas en cinco puntos estratégicos del territorio saudí. En conjunto, esto representa 2,5 gigavatios (GW) / 12,5 gigavatios-hora (GWh).
Los cinco emplazamientos identificados para la instalación son Riad, Qaisumah, Dawadmi, Al Jouf y Rabigh, zonas consideradas claves por su alta demanda energética. Estas baterías operarán como estabilizadores de la red eléctrica, contribuyendo a mantener el equilibrio entre la generación y el consumo de energía.
Este contrato se sustenta en la tecnología MC Cube-T, presentada por BYD en abril del año pasado. Dicha tecnología incorpora un sistema CTS (Cell-to-System), que permite integrar las celdas de almacenamiento directamente en la estructura del paquete de baterías. Este diseño optimizado reduce el uso de materiales y aumenta la proporción de celdas de almacenamiento por unidad, lo que mejora la eficiencia y disminuye costos de producción.
Este ambicioso proyecto no surge de manera aislada. Ya en enero, BYD puso en funcionamiento una batería de 500MW/2.000MWh en Bisha, en el suroeste de Arabia Saudita. Con la suma de estos nuevos desarrollos, BYD alcanzará los 15,1GWh de almacenamiento contratados o entregados en el país.
La importancia del almacenamiento energético
El almacenamiento en baterías desempeña un papel crítico en la transición hacia fuentes renovables, especialmente en regiones como Arabia Saudita, donde la generación solar es intermitente debido a los ciclos diurnos y las variaciones climáticas. Los sistemas de almacenamiento permiten acumular energía durante las horas de mayor generación y liberarla cuando la demanda lo requiere, garantizando una red más estable y confiable.
Compromisos y desafíos hacia 2030
Arabia Saudita anunció en 2012 sus planes para alcanzar 41GW de capacidad solar para 2032, con una inversión estimada de 110.000 millones de dólares estadounidenses. Con el tiempo, estos objetivos se ajustaron, y actualmente el país se propone generar el 50% de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2030, lo que equivale a 130GW. Este total estaría compuesto por 58,7GW de energía solar y 40GW de energía eólica, entre otras fuentes.
Sin embargo, hasta el momento sólo se han conectado 6,5GW de capacidad renovable a la red, de los cuales 3,7GW provienen de cuatro plantas solares inauguradas el año pasado. Esta situación subraya la necesidad de acelerar los proyectos en desarrollo para cumplir con las metas trazadas.
Según la plataforma Saudi and Middle East Green Initiatives, actualmente existen 44,2GW de proyectos en fase de desarrollo y se espera licitar entre 100 y 130GW adicionales antes de 2030.
Repercusiones a nivel global
El acuerdo entre Arabia Saudita y BYD marca un hito en el mercado global de almacenamiento energético y pone de manifiesto el papel clave que desempeñarán las baterías de gran capacidad en la descarbonización del sector eléctrico. Esta inversión también podría incentivar a otros países con climas similares y economías dependientes de los combustibles fósiles a considerar soluciones similares, acelerando la adopción de energías renovables y la implementación de tecnologías de almacenamiento a gran escala.
Arabia Saudita se posiciona como un actor relevante en la transición hacia un sistema energético más sostenible, con inversiones que no solo fortalecen su infraestructura doméstica, sino que redefinen los estándares de almacenamiento energético a nivel global. Estos esfuerzos son indispensables para reducir la dependencia del petróleo, optimizar el uso de recursos renovables y garantizar la seguridad energética en el futuro.
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