Una «armada» de más de 100 buques pesqueros está saqueando ilegalmente las aguas del Atlántico Sur cercanas a la Argentina, según los grupos ecologistas, lo que suscita la preocupación de que la situación por el coronavirus haya debilitado las ya frágiles protecciones marinas.
La incursión de los buques, en su mayoría procedentes de Asia oriental, parece haberse llevado a cabo de manera sigilosa. Los barcos esperaron hasta el anochecer, apagaron los sistemas de rastreo por satélite de forma coordinada y luego se trasladaron a las aguas más ricas en calamares de la zona económica exclusiva de Argentina, según informó Greenpeace.
Los barcos fueron detectados en Mar del Plata por el radar de una embarcación legal, que informó del incidente a los guardacostas y a las autoridades pesqueras.
Según una estimación, los barcos -cada uno de ellos capaz de pescar 50 toneladas por día- podrían en menos de tres semanas superar la cuota de la flota argentina para toda la temporada.
El incidente ha suscitado preguntas en el parlamento y ha puesto de relieve cómo los intereses comerciales están tratando de sacar provecho de la relajación de la vigilancia y la aplicación de las normas ambientales durante la pandemia.
La mayoría de la gente piensa que la pandemia global significa que la naturaleza finalmente tiene una oportunidad de curarse. Pero esto no es lo que estamos viendo en las aguas no reguladas del océano Atlántico Sur.
Luisina Vueso, «Protect the Oceans».
Sólo una mirada a esta impactante imagen de radar muestra que esta armada… está aprovechando la falta de gobierno en alta mar para vaciar nuestros océanos de vida.
Se han planteado alertas similares en otras zonas del mundo. En el Amazonas, la deforestación se está acelerando y más mineros ilegales están invadiendo territorios indígenas tras el anuncio del gobierno brasileño de que tendría menos guardabosques sobre el terreno.
En las sabanas de África oriental, los grupos de conservación advierten de un aumento de la caza furtiva de la fauna silvestre. Y en los Estados Unidos, las empresas petroleras han presionado para desarrollar pozos dentro de los parques nacionales y para la criminalización de los manifestantes por los oleoductos.
Los océanos plantean una preocupación aún mayor, según los grupos ecologistas, porque incluso antes de la pandemia había muy poca regulación de la pesca y la minería en aguas internacionales. Este es el dominio menos patrullado del mundo. La vigilancia ha disminuido aún más desde el brote de COVID-19.
Mariano Julián molinari dice
Miren llevo 26 años en la pesca. Y ahora se quieren hacer los sorprendidos. Esto viene de años el saqueo la matanza. De todo el recurso de nuestro mar. Y antes lo arreglaban con plata. Así que no se hagan los que no sabían. Y más la prefectura y la armada. Que son instituciones muy corruptas. Y lo digo con conocimiento de causa. Ya que les preocupa recién ahora todo esto. Espero que la prefectura le preocupe los títulos truchos que hay en la empresa buenos Aires pesca de mar del plata del señor Daniel Antonio títulos. Comprados al sindicato de conductores navales de mar del plata . A los señores Pablo Hernán Bruno. Mario bono y otros más eso también es importante. Porque es falsificación de documentos y ponen en riesgo la vida de los tripulantes a bordo. Y lo denuncié con nombre y apellido y se hicieron bien los tontos. Por eso para mí son muy corruptos. Y ahora no me pueden convencer y vuelvo a repetirlo esto del saqueo de nuestras aguas no es de ahora es de hace mucho años. Son todos unos delincuentes tanto en la prefectura como en la armada
Anónimo dice
Me da una gran impotencia una berguensa y lo peor que no tenamos lo medios para controlar no contamos con nada ya que es obsoleto nuetra flota armada por culpa de nuestros gobernantes