Las ciudades griegas de Atenas y Tesalónica han realizado un pedido de 89 camiones FUSO eCanter con carrocerías de la empresa KAOUSSIS para la recolección de residuos en entornos urbanos. Estos vehículos de recolección, que utilizan tecnología de compactación de tambor rotativo, están diseñados principalmente para la recolección de residuos orgánicos en áreas metropolitanas.
Se espera que 40 de estos vehículos, con un peso de 8,55 toneladas, entren en operación a partir de noviembre. La entrega completa de todos los camiones se prevé para el próximo año. Los vehículos encargados cuentan con un paquete de baterías de tamaño medio, con una capacidad de 82,6 kWh, que les permite alcanzar una autonomía de hasta 140 kilómetros. Esta característica es especialmente relevante para operaciones en entornos urbanos, donde la recolección de residuos debe realizarse de manera eficiente y silenciosa.
El FUSO eCanter de Nueva Generación se presenta como una opción ideal para la recolección de residuos en áreas con espacio limitado. El fabricante griego KAOUSSIS ha invertido considerablemente en el desarrollo de la carrocería del camión para que los residentes puedan beneficiarse de una recolección de residuos más silenciosa en el futuro. Esta carrocería es la primera de su tipo para el eCanter completamente eléctrico y cumple con todas las regulaciones técnicas para la operación de vehículos de recolección de residuos con personal a bordo.
Los camiones, que tienen una distancia entre ejes de 3.400 mm, están equipados con un tambor rotativo con una capacidad de 4 metros cúbicos, que se utiliza para compactar los residuos recogidos. Este tambor tiene una tasa de compactación de 4:1, lo que lo hace ideal para la recolección de residuos orgánicos, que suelen tener un alto contenido de humedad. Además, el tambor ha sido equipado con una cubierta acústica de aluminio que reduce el ruido, asegurando que el proceso de compactación sea tan silencioso como el propio camión eléctrico. La compuerta trasera hermética hace que la tecnología de compactación sea adecuada para fracciones de residuos con un alto contenido líquido.
El sistema hidráulico, que opera a una presión máxima de 180 bares, utiliza válvulas de control direccional proporcionales y electrohidráulicas, específicamente diseñadas para vehículos con propulsión eléctrica. El sistema de elevación, que cuenta con un sistema de monitoreo integrado de diagnóstico de Terberg, es compatible con contenedores de residuos de dos ruedas con una capacidad de entre 80 y 390 litros. Además, el sistema de elevación está equipado con la última tecnología RFID y un sistema de pesaje dinámico que registra el peso de los residuos con una precisión de hasta ±0,5 kg.
Una característica adicional destacable es el sistema integrado de lavado de contenedores, que limpia los contenedores cada vez que son vaciados. Para ello, la carrocería cuenta con un sistema de lavado de contenedores con un cabezal de lavado plegable y una boquilla de desinfección adicional. El camión también está equipado con un tanque de agua pura de 300 litros y un tanque de aguas residuales de 200 litros. Para una limpieza más exhaustiva del contenedor y sus alrededores, se puede utilizar una pistola de agua a alta presión conectada al vehículo mediante una manguera de 15 metros.
Las plataformas para los operadores del vehículo en la parte trasera se retraen automáticamente a la posición de conducción mientras el vehículo está en movimiento. En la cabina del conductor, una pantalla táctil de 5,7 pulgadas permite al conductor monitorear las operaciones, realizar diagnósticos y acceder a estadísticas para garantizar una operación segura. El diseño del vehículo, los sistemas de monitoreo y los mecanismos de seguridad de la carrocería cumplen con todas las normativas más recientes de la norma EN 1501 para vehículos de recolección de residuos.
Estos camiones eléctricos no solo representan un avance en la eficiencia de la recolección de residuos, sino que también reflejan un compromiso con la sostenibilidad y la reducción de la contaminación acústica en entornos urbanos. Al ser eléctricos, estos vehículos contribuyen significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, un aspecto crucial en la lucha contra el cambio climático. Además, su operación silenciosa no solo mejora la calidad de vida de los residentes urbanos, sino que también reduce la contaminación acústica, un problema cada vez más reconocido en las grandes ciudades.
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