Actualizado: 05/07/2024
Entre los finalistas del prestigioso concurso James Dyson Award se encuentra una invención mexicana que busca hacer frente al día en que Ciudad de México, una de las ciudades más pobladas del mundo, se quedará sin agua. Este invento, bautizado como ATL-59, es el primer colector de agua de lluvia que se puede instalar en un balcón o en el alféizar de una ventana, y ya ha sido galardonado con el Premio Nacional de Diseño (México) en la categoría de Diseño de Producto en 2021.
Los creadores del dispositivo son dos jóvenes inventores de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, Iván Aaron López y Brizeth García Díaz. Con ATL-59, buscan hacer que el ahorro de agua sea accesible para todos y fácil de realizar. El nombre de su invención no fue elegido al azar: ATL significa agua en lengua indígena y 59 es el comienzo de la cuenta regresiva para el Día Cero.
La idea de crear ATL-59 surgió debido a la frecuente sequía, mala gestión del suministro y acceso desigual al agua en Ciudad de México. Además, la población sigue en aumento, por lo que se necesitan nuevos sistemas de abastecimiento de agua. Los inventores de ATL-59 quieren hacer que el ahorro de agua sea accesible para todos y, sobre todo, fácil.
El sistema ATL-59 consta de tres partes: un colector de agua de lluvia, un sistema de ahorro para la ducha y contenedores.
Según sus creadores, el ATL-59 puede ahorrar hasta 20.000 litros de agua al año a una familia de cuatro miembros. El colector de agua de lluvia tiene un filtro de tres capas que permite utilizar el agua de lluvia para regar las plantas, limpiar la casa o el coche, e incluso para tirar de la cadena del inodoro. El colector es compacto, por lo que puede instalarse en un balcón o en el alféizar de una ventana.
El sistema de ahorro para la ducha es una parte importante de ATL-59. Cada año se desperdician decenas de miles de litros de agua mientras se espera a que el agua de la ducha se caliente. El sistema de ahorro para la ducha capta el agua fría de la superficie y la dirige a un depósito, donde puede utilizarse como agua de lluvia o para lavar la ropa. Además, las cisternas integradas tienen una capacidad de 6 litros, la cantidad exacta necesaria para la descarga del inodoro.
Si ATL-59 gana el premio James Dyson, podría acelerarse su producción y distribución. Pero si no gana, el producto debería estar disponible de todos modos. Después de numerosas pruebas y prototipos, los inventores han construido un prototipo final de colector de agua de lluvia de fibra de vidrio para probarlo, pero el sistema está diseñado para su producción en masa, lo que optimiza los costes y los hace accesibles para todos. En la actualidad, esta es la única solución propuesta para recolectar agua de lluvia en áreas urbanas, lo que convierte a ATL-59 en una gran idea que podría dar la vuelta al mundo.
Enrique Armando dice
Muy buena idea ojalá nuestro gobierno facilite las cosas para adquirirlo barato y así dejar de estar preocupados por la falta de agua, por las constantes reparaciones del Cutzamala que nunca terminan