El Tokamak Superconductor Experimental Avanzado (EAST) de China es uno de los dispositivos de investigación de la fusión nuclear que funcionan en todo el mundo, y en los últimos años hemos visto cómo daba algunos pasos impresionantes.
Los medios de comunicación estatales chinos informan ahora de que los científicos que trabajan en el proyecto han logrado un nuevo récord mundial al mantener el plasma a 120 millones de grados centígrados durante 101 segundos en su última ronda de experimentos, acercándose así al objetivo largamente perseguido de conseguir una energía limpia e ilimitada.
La idea de la fusión nuclear es recrear el proceso que usa el Sol para producir cantidades extraordinarias de energía, en el que el intenso calor y la presión se combinan para producir un plasma en el que los núcleos atómicos se fusionan a velocidades increíbles. Los científicos trabajan con una serie de dispositivos experimentales para desencadenar y estudiar estas reacciones aquí en la Tierra, pero los expertos consideran que los tokamaks con forma de donut, como el EAST de los Institutos de Ciencias Físicas de la Academia China de Ciencias, son el enfoque más prometedor.
Este toro metálico cuenta con una serie de bobinas magnéticas diseñadas para mantener corrientes sobrecalentadas de plasma de hidrógeno durante el tiempo suficiente para que se produzcan las reacciones. En 2016, vimos cómo los científicos de la EAST conseguían calentar el plasma de hidrógeno hasta unos 50 millones de °C y mantenerlo durante 102 segundos. En 2018, el equipo subió la apuesta a 100 millones de °C, más de seis veces más caliente que el núcleo del Sol, y lo mantuvo durante unos 10 segundos.
La última ronda de experimentos supone otro paso adelante para los investigadores. Según la agencia estatal de noticias Xinhua, han establecido un nuevo récord de 120 millones de °C para el plasma calentado, y manteniéndolo durante 101 segundos.
En otros experimentos, el «Sol artificial», como se le llama, calentó el plasma a 160 millones de °C durante 20 segundos. En última instancia, el objetivo declarado públicamente por la EAST es mantener el plasma a unos 100 millones de °C durante más de 1.000 segundos, es decir, unos 17 minutos.
Este tipo de experimentos no están diseñados para generar electricidad utilizable, sino para avanzar en el campo de la física de la fusión nuclear para dispositivos de próxima generación como el ITER, que será el mayor reactor de fusión nuclear del mundo cuando esté terminado en 2025. Al igual que EAST, los experimentos en el reactor coreano KSTAR, que el año pasado batió un récord mundial al mantener el plasma a más de 100 millones de °C durante 20 segundos, servirán de base para el desarrollo del ITER, que se espera que empiece a funcionar a pleno rendimiento en 2035.
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