Actualizado: 13/08/2022
Las varices, una patología muy frecuente en las mujeres, de hecho se producen hasta cinco veces más que en los hombres, ocurren durante la acumulación anormal de sangre en las venas superficiales. Generalmente suele ocurrir en la región de las piernas y denotan debilidad en las paredes y válvulas de las venas superficiales.
También conocida como insuficiencia venosa crónica, se caracteriza por una dilatación de las venas que puede ocurrir cuando una persona permanece demasiado tiempo de pie. En estos casos, las venas fallan en su misión de retornar la sangre al corazón, provocando así complicaciones como edemas, hinchazón o en casos más severos, úlceras o flebitis.
Otra de las causas puede ser más específicamente la tromboflebitis o el embarazo. En esta primera, se debe a coágulos que dificultan la circulación y puede provocarse por permanecer grandes periodos en cama.
Y para las embarazadas también pueden presentarse pero suelen desaparecer un par de semanas luego del parto.
Especialistas consideran que entre un 10% y un 15% de la población padece de várices.
Síntomas de las várices.
Dejando un lado la obvia consecuencia antiestética en las piernas, también se pueden presentar algunos síntomas como la pesadez y fatiga de estas extremidades, como consecuencia de pasar mucho tiempo de pie.
El dolor es común pero su intensidad puede variar según la severidad del padecimiento. Se puede presentar de manera localizada en los tobillos o pantorrillas; Los calambres también son una consecuencia normal de las várices.
Hormigueos, escozor o calor puede a su vez ser resultado de la insuficiencia venosa crónica junto a una notable hinchazón. El color de la piel también puede verse afectado apareciendo manchas en la región.
En los casos más severos, se pueden presentar úlceras muy dolorosas y con un tratamiento prolongado. Pueden ser ocasionadas por rascarse la piel debilitada o de forma espontánea.
Tratamiento natural para las várices.
Por suerte, este padecimiento puede ser tratado en casa usando algunos métodos naturales que han probado ser eficientes con el tiempo.
Podemos empezar por hablar del Aloe Vera, que ha demostrado ser popular en el tratamiento de las várices. Generalmente se toma un cristal de sábila, que posteriormente se calienta un poco para posteriormente aplicarla en forma de compresas en la zona afectada.
El Ajo es un excelente alimento a la hora de desinflamar las venas y mejorar la circulación. Es recomendable asegurarte de incluirlo frecuentemente en tu dieta, es fundamental.
En dosis bajas, también se usa para el tratamiento de las várices la planta del árnica.
Otro método para aliviar las molestias de las várices es poner tus piernas en una posición elevada por unos 20 minutos. Este es más una medida inmediata para aliviar el dolor pero no para acabar con el padecimiento. Practícalo al llegar a casa.
Siguiendo en la onda natural, el vinagre, la zanahoria y la manzana tienen propiedades que te pueden ayudar a disminuir el padecimiento de várices. Por lo general, puedes triturar vinagre de manzana, zanahoria y aloe vera hasta obtener una crema, aplícala en la región afectada y déjala actuar.
Por último, el “tratamiento” más lógico es el ejercicio y los deportes. Entre los más beneficiosos tenemos la natación, la bicicleta o spinning, el yoga, entre otros. Lo que si no te recomendamos hacer son aquellos como los deportes de raqueta (tenis, etc.), baloncesto, voleibol, futbol, etc.
Recuerda acudir a tu médico de preferencia si tienes dudas y requieres de mayores detalles.
Alfredo dice
Hola, estoy de acuerdo con las recomendaciones excepto la del Ajo. por lo que sugiero leer el articulo del Dr. Robert C. Beck. «Shock Tóxico debido al consumo de ajo» seguramente esta en la web. http://noticias.iskcon.org/2014/12/porque-no-ajo-y-cebolla/ es una información amplia y va mas allá del estudio del Dr. Beck. Saludos…