Científicos de la Royal Horticultural Society (RHS) han descubierto que la Cotoneaster franchetii podría ayudar a absorber la contaminación en las carreteras con mucho tráfico.
En un estudio en el que se comparó la forma en que diferentes plantas controlan la contaminación, los científicos de la RHS descubrieron que esta especie de Cotoneaster es la más eficaz. La planta se comparó con otros arbustos, como el cedro rojo occidental y el espino.
Según los investigadores, el cotoneaster resultó ser una «superplanta» que podría actuar como sumidero de carbono para la contaminación de los combustibles fósiles.
Sin embargo, el estudio estableció que la planta sólo era realmente útil en zonas con mucho tráfico. En comparación con las demás plantas del estudio, la cotoneaster resultó ser un 20% más eficaz para absorber la contaminación. En regiones tranquilas con poca contaminación, la planta resultó ser menos eficaz.
En las carreteras de las grandes ciudades con mucho tráfico, hemos comprobado que las especies con copas más complejas y densas, con hojas ásperas y peludas, como el cotoneaster, eran las más eficaces. Sabemos que en sólo siete días, un metro de seto denso bien gestionado limpiará la misma cantidad de contaminación que emite un coche en un viaje de 800 kilómetros.
Tijana Blanusa, investigadora principal.
La contaminación del aire es una gran preocupación en el mundo moderno. Los investigadores confían en que la divulgación del poder del cotoneaster y otras plantas similares pueda ayudar al público a participar en la mejora de la calidad del aire a través de la jardinería.
Estamos identificando continuamente nuevas ‘superplantas’ con cualidades únicas que, cuando se combinan con otra vegetación, aportan mayores beneficios a la vez que proporcionan hábitats muy necesarios para la vida silvestre.
Hemos comprobado, por ejemplo, que la hiedra que cubre las paredes es excelente para refrescar los edificios, y que el espino y el aligustre ayudan a aliviar las intensas lluvias de verano y a reducir las inundaciones localizadas.
Si se plantan en jardines y espacios verdes donde estos problemas ambientales son más frecuentes, podríamos ayudar a mitigar y adaptarnos al cambio climático.
Alistair Griffiths, director de ciencia y colecciones de la RHS.
Más información: www.rhs.org.uk
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