¿Qué elegir entre el roble, el pino o el castaño para el fuego de nuestra calefacción? Cada tipo de madera tiene sus ventajas e inconvenientes.
Se acerca el invierno y es posible que tengas que usar leña para la calefacción. Hoy en día, con los precios de la electricidad y el gas subiendo, la madera sigue siendo la forma de energía más barata. Pero no toda la madera tiene el mismo poder calorífico: algunas calientan más, otras arden mucho más rápido o producen más humo.
¿Cómo saber si el roble es mejor que el haya, o si quemar muebles viejos o palés es una buena idea?
¿Cómo se enciende el fuego?
Como todo el mundo, pones un iniciador de fuego (opcional), ramitas pequeñas y luego los troncos grandes encima. Pero según los expertos, se trata de un error que todos cometemos. Las ramitas de abajo emitirán más humo y, por tanto, contaminarán más. Por lo tanto, hay que razonar a la inversa, colocando primero los troncos en el porta troncos, luego las ramitas y encendiendo desde arriba. Esto producirá menos humo y, por tanto, menos partículas en el aire.
El 80% de las emisiones contaminantes se producen en los primeros 10-15 minutos tras el encendido, así como al recargar la chimenea. Por tanto, encender un «fuego inverso» reduciría la huella, pero también la obstrucción de tu chimenea, ya que provoca menos humo.
¿Cuál es la mejor madera para la calefacción?
Para la calefacción doméstica, las maderas más utilizadas son el haya, el abedul, el fresno, el olmo, el roble, el carpe o el nogal.
Estos árboles son «maderas duras», arden lentamente y producen un calor duradero. Este tipo de árboles puede utilizarse en todos los hogares.
Los árboles como el plátano, el castaño y la acacia negra se recomiendan para las chimeneas cerradas: crujen o incluso estallan al arder y pueden provocar un incendio al dejar salir brasas.
El álamo, el sauce o las maderas blandas (pino, abeto, cedro) se queman muy rápidamente, y es mejor utilizarlas como leña.
Sea cual sea la especie elegida, la madera debe estar seca y partida para optimizar el fuego. La madera húmeda no dará todo su rendimiento y obstruirá tu chimenea con mucho humo.
¿Y la madera de los palés o de los muebles viejos?
Para los muebles viejos, la respuesta es no. A menudo pintados o barnizados, están tratados químicamente y contaminarán mucho, sin ofrecerte realmente ningún calor. Por lo tanto, es mejor reciclarlos o llevarlos al centro de eliminación de residuos que utilizarlos en una chimenea.
En el caso de los palés o cajas, es un poco diferente: hay que evitar los palés de color azul, rojo o verde: están tratados químicamente y suelen ser retornables. Para los demás, es posible bajo ciertas condiciones y con ciertas normas, ya que estos palets son siempre tratados. Si te interesa profundizar en este tema te recomiendo este artículo.
Por tanto, algunos palés pueden utilizarse como combustible, una vez cortados y sacados los clavos y otros elementos de fijación.
Algunos fabricantes reciclan sus palés usados para convertirlos en material de encendido.
Sin embargo, para quemar los palés, hay que dejarlos secar durante al menos dos años y mezclarlos con otras especies de árboles para obtener un mayor rendimiento. Sobre todo, comprueba que no lleven la marca «MB», que indica que han sido tratados con bromuro de metilo.
De todas formas, lo mejor es devolverlos a la tienda (los comercios están obligados a recuperarlos) o al centro de eliminación de residuos. Así se le podrá dar una segunda vida.
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En general todo el artículo está muy bien pero tiene un error, la madera del nogal es de las peores en arder. Es más se recomienda este tipo de madera para la construcción sobre todo en las buhardillas. Que defecto más tiene? Si se utiluza la zona más cercana a la corteza será invadida por la carcoma.. Enhorabuena por su trabajo. Un saludo