La mayoría de las grandes empresas no informan sobre el impacto de sus actividades en los bosques, a pesar de su compromiso de reducir su huella ambiental.
Cuando se trata de la deforestación en el mundo, las grandes empresas todavía parecen muy reticentes. Ya sea que hayan hecho compromisos ambientales explícitos o no, las empresas prefieren no revelar la huella de sus actividades en los pulmones verdes del planeta.
Así lo revela una investigación reciente de CDP (antes conocido como Carbon Disclosure Project), según la cual la mayoría de las grandes empresas manufactureras del mundo no sólo no se mueven con la suficiente rapidez para proteger los bosques, sino que se niegan a proporcionar una estimación precisa de su impacto o no pueden hacerlo.
CDP es una organización internacional que apoya a empresas y ciudades en la elaboración de informes medioambientales. Para este último análisis, CDP encuestó a 1.500 empresas cuyas actividades pueden poner en peligro el patrimonio forestal mundial y que en 2018 fueron invitadas por inversores y grandes organizaciones a comunicar información sobre la atención prestada a los bosques.
Cuando se trata de la respuesta de la compañía a la deforestación, el silencio es ensordecedor. Durante demasiado tiempo, las empresas han ignorado el impacto de sus cadenas de suministro, sin tomar en serio los riesgos implicados, tanto en el ámbito empresarial como en la sociedad global. Pero hoy, los consumidores son cada vez más sensibles a este tema y están ansiosos por asegurarse de que no haya productos en su carrito de la compra que sean responsables de la deforestación de la Amazonia, la extinción de los orangutanes y el cambio climático«.
Morgan Gillespy, Director Global de Bosques de CDP.
Analizando las respuestas de sólo 306 empresas que compartieron sus informes de sostenibilidad con CDP, la organización encontró que, a pesar de su compromiso con la transparencia, las iniciativas puestas en marcha no son suficientes para resolver el problema.
Alrededor de una cuarta parte (24%) de las empresas no toman ninguna o toman medidas limitadas para combatir la deforestación, por ejemplo, centrándose en una sola categoría de productos sin hacer más sostenibles otros bienes de su cadena de suministro. Los datos también confirman que más de un tercio de las empresas no están trabajando con sus proveedores para reducir el impacto ambiental en los bosques. Esto es emblemático de una brecha crítica, ya que la deforestación es casi siempre un problema de la cadena de suministro, excepto en los casos en que la empresa es un productor directo.
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