Actualizado: 21/12/2021
Denver, la tercera ciudad de Estados Unidos que más sufre el efecto isla de calor y la undécima en cuanto a peor calidad del aire, va camino de ponerle remedio. Para ello, un nuevo código de construcción obligará a que los edificios de más de 25.000 pies cuadrados (2.322 metros cuadrados) reserven un espacio para instalaciones solares o para jardines en el tejado.
“Es una batalla ganada contra el clima, pero la guerra no para aquí”, celebran desde Denver Green Roof Initiative, colectivo que ha promovido la iniciativa ciudadana que va a hacer posible que esta ciudad del estado de Colorado se una a las que ya han activado medidas como estas. Entre ellas destacan San Francisco, París, Copenhague, Nueva York, Londres o, entre las últimas, South Miami, que se convirtió en la primera ciudad de Florida en exigir paneles en viviendas nuevas, gracias al empuje de una estudiante de 16 años.
Mayor impacto que este último ejemplo tendrá la nueva regulación para la construcción en Denver que, aseguran los expertos, va incluso más allá que en otras ciudades. Esto es así porque se prevé que esta normativa no solo afecte a obra nueva, sino también a edificios existentes. Aunque se establecerán ciertas excepciones, estas construcciones también tendrán que equipar sus tejados con paneles o jardines cuando el techo viejo se desgaste y tenga que ser reformado. Por su parte, las nuevas edificaciones tendrán que reservar entre un 20 y un 60% de su espacio en la cubierta a este tipo de instalaciones, si bien su superficie dependerá del tamaño de cada edificio.
“Las salidas de emergencia o los sistemas contra incendios están diseñados para mantenernos a salvo. Exactamente lo mismo sucede con los jardines en tejados o con los sistemas solares, que mantendrán nuestra ciudad y nuestro planeta a salvo”, defiende el colectivo promotor de esta medida, la Iniciativa 300. Aunque esta regulación reducirá el consumo de energía de los edificios, además de ayudar a que el ambiente exterior se mantenga más fresco y a que el agua de lluvia sea más fácil de gestionar, la medida ha tenido una fuerte oposición.
Los costes de estas instalaciones en los tejados, que se elevan en 15 dólares por metro cuadrado respecto a un techo convencional, despertaron los recelos frente a esta iniciativa. Sin embargo, desde Denver Green Roof Inititative aseguran que la inversión en paneles o jardines se recupera en 6’2 años gracias a la reducción del consumo de energía de los edificios y a la mayor resistencia de estos tejados, que duran entre dos y tres veces más que uno tradicional. Además, un tejado verde puede reducir de un 70% a un 90% el calor que se genera en el tejado en verano, y entre un 10% y un 30 % en invierno.
“Los ciudadanos de Denver tenemos un futuro más saludable y más sostenible”, aseguran los promotores de la nueva normativa que, subrayan, “aporta una solución para muchos de los problemas que enfrentamos hoy y que enfrentaremos en el futuro” a causa del cambio climático.
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