Actualizado: 08/11/2023
Es el santo grial de la producción energética: producir un combustible que es a la vez carbono neutro y se puede usar directamente en nuestros coches actuales sin la necesidad de adaptarlos. Hay decenas de empresas tratando de hacer precisamente esto con el uso de aceite vegetal, algas, e incluso los microbios que se encuentran en la caca de panda para convertirlo en combustible.
El fabricante de automóviles alemán Audi, ha sido capaz de crear un » e-diesel «, o diésel que contiene etanol, mediante el uso de energías renovables para producir un combustible líquido con solo agua y dióxido de carbono. Después de una fase de puesta en marcha de tan sólo 4 meses, la planta en Dresde operada por la compañía de tecnología Sunfire ha logrado producir su primer lote de lo que están llamando «crudo azul.»
El primer paso en el proceso consiste en el aprovechamiento de las energías renovables a través de energía solar, eólica o hidroeléctrica. Esta energía se utiliza para calentar el agua a temperaturas superiores a 800 ° C (1472 ° F). El vapor se descompone en oxígeno e hidrógeno a través de la electrólisis, un proceso en el que se hace pasar una corriente eléctrica a través de una solución.
Se retira el hidrógeno y se mezcla con monóxido de carbono a alta presión, creando el «crudo azul.» Sunfire nos cuenta que el combustible sintético no sólo es más ecológico que los combustibles fósiles, además la eficiencia general del proceso es muy alta, alrededor del 70%. El e-diésel puede entonces ser mezclado con el diésel normal, o utilizado como combustible en solitario.
Pero todo puede no ser lo que parece. El proceso utilizado por Audi es en realidad el proceso de Fischer-Tropsch y es conocido por los científicos desde la década de 1920. Incluso fue utilizado por los alemanes para convertir el carbón en diésel durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los suministros de combustible escaseaban. El proceso es utilizado actualmente por muchas empresas en todo el mundo, especialmente en países donde las reservas de petróleo son bajos, pero las reservas de otros combustibles fósiles, como el gas y el carbón, son altos.
El proyecto ha sido desarrollado por la Suiza Climeworks.
Otra empresa alemana llamada Choren ya ha hecho un intento de producir biocombustibles a partir de biogás y el proceso Fischer-Tropsch. Respaldados por Shell y Volkswagen , la empresa tenía todo el apoyo y la financiación que necesitaba, pero en 2011 se declaró en bancarrota debido a los problemas generados en el proceso.
Una planta industrial capaz de capturar el dióxido de carbono directamente del aire
Créditos de las fotos: Sunfire / Flickr.
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