Actualizado: 05/07/2024
La start-up francesa Ilya está a punto de comercializar un ducha cíclica, desarrollada durante los últimos tres años y que promete luchar contra el derroche de agua en la ducha.
El despilfarro de agua al ducharnos es algo que a todos nos preocupa. Una ducha consume 80 litros de agua y 2 kWh de electricidad por ducha.
Desde hace tres años, una empresa francesa, Ilya, desarrolla un sistema de ducha cíclica que ahorra el 90% del agua que se consume normalmente.
Ilya pretende acabar con este despilfarro de agua proponiendo un sistema ecológico que no restará nada al placer de una ducha caliente.
Proyecto Ilya.
Simon Buoro y Antoine Escande eran ingenieros en la escuela INSA de Toulouse y se imaginaban trabajando en la aeronáutica. Durante sus estudios estuvieron en contacto con asociaciones que trabajaban por el medio ambiente. Así fue como se conocieron e imaginaron cambiar de rumbo para convertirse en empresarios en el campo de la reducción de la huella energética. Rápidamente, se pusieron a trabajar en el despilfarro de agua y la idea de la ducha cíclica.
Cómo funciona.
Ahorrar el 90% del agua que se consume normalmente es toda una promesa. Para que funcione, Ilya debe instalarse directamente en el sistema de agua del cuarto de baño. Con un simple botón, el usuario puede activar el modo de reciclaje. El agua llega entonces a la ducha en un circuito cerrado. El agua que sale por el desagüe se almacena en un depósito donde también se limpia mediante un filtro y una lámpara UV.
Por último, se calienta de nuevo y sale por la alcachofa de la ducha. Un segundo pulsador permite ducharse en circuito abierto, es decir, evacuar directamente el agua que se habría utilizado, por ejemplo, para limpiar los suelos. Los diseñadores de este ingenioso sistema recomiendan utilizar el agua en circuito cerrado para mojarse y relajarse y en circuito abierto para escurrir el agua jabonosa.
¿Cuánto cuesta?
La idea de la empresa no es necesariamente llegar a los particulares, ya que el sistema cuesta 3.000 euros en su versión clásica y 2.400 euros para la versión sin filtro ni UV.
Ilya se dirige a profesionales como hoteleros, promotores o arrendadores, que podrían instalar el sistema en proyectos de nueva construcción, edificios de alquileres u hoteles. El sistema Ilya aún no se comercializa, pero está en fase de industrialización.
El objetivo de la empresa es poder ponerlo a la venta a partir del verano de 2023. La producción se llevará a cabo en Francia, a un ritmo de unos veinte sistemas al mes. Esto debería permitir a los jóvenes empresarios contratar al menos a tres personas. Más adelante, la start-up tiene previsto desarrollar otros productos.
Más información: Ilya-Tech.fr
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