Actualizado: 25/10/2022
Carlos Rivadulla tuvo la idea cuando fregaba suelos en la mili. Ahora, varios años después y con la ayuda de su hermano, Juan Rivadulla, han creado el Ecofrego, un cubo de fregar con dos compartimientos que separan el agua limpia de la sucia. Una ligera modificación del cubo de fregar tradicional que ahorra agua, jabón y trabajo.
El Ecofrego tiene dos escurridores con dos depósitos; uno para escurrir el mocho después de haberlo metido en el agua limpia y el otro para escurrirlo después de haber fregado el suelo. De esa manera el agua limpia se separa del agua usada y se ahorra agua, detergente y tiempo, ya que no hay que hacer tantos viajes para vaciar y rellenar el cubo. El truco está en escurrir bien el mocho después de fregar y antes de meterlo en el agua limpia. El agua se mantiene un 50% más limpia que con el cubo tradicional de un solo compartimento.
El agua se mantiene más tiempo limpia por el efecto de no mezclarla, de esta manera no es necesario, al contrario que con el método actual, tener que vaciar y llenar el cubo varias veces por que el agua se haya ensuciado. Al igual que con el agua, el sistema Ecofrego nos permite un ahorro medio de jabón del 50%.
Es una sorpresa que se fabrique en España (el mocho se inventó en EEUU, pero lo perfeccionó un español), en Lliçà de Vall, un municipio que está a 32 km de Barcelona.
El Ecofrego ha recibido el Delta de plata 2009, un galardón al diseño otorgado por la asociación Industrial Design for Development of Decorative Arts Association (ADI-FAD), aunque este producto tiene más de invención que de diseño. El jurado premió este invento por suponer “una mejora sustancial en las tareas domésticas que además de ahorrar agua, ahorra esfuerzo”.
El Ecofrego está disponible en Europa por 15 €.