El consumo de energía influye de forma directa en nuestra economía doméstica. Sin embargo, también tiene importantes implicaciones en el futuro del planeta. El cambio climático se une a otros síntomas de un problema transversal que nos concierne a todos y que, en última instancia, pone en peligro la vida de la flora y fauna de nuestro planeta. ¿Hay algo que podamos hacer? ¿Qué tipo de medidas puedes aplicar en tu día a día para contribuir de manera significativa a la protección del planeta? ¿De qué forma podemos optimizar nuestro consumo y reducir el importe de nuestras facturas?
A continuación, te proponemos una selección de consejos prácticos que te serán de gran utilidad. ¡Presta atención!
Valora la posibilidad de instalar paneles solares en tu vivienda y coteja los tipos de proveedores energéticos que están a tu alcance.
Los paneles solares se han hecho especialmente accesibles durante los últimos años. Su principal punto fuerte es su sencillez y sus escasas necesidades de mantenimiento. En un país como España, con largos períodos de exposición solar, esta fuente de energía se ha convertido en uno de los recursos más interesantes.
No obstante, en el caso de que, por el momento, esta alternativa se sitúe fuera del espectro de tus posibilidades, debes saber que cuentas con interesantes alternativas para reducir tus niveles de consumo. Por ejemplo, instalar bombillas eficientes de bajo consumo, lo cual puede redundar en un ahorro de hasta el 80%.
En realidad, consumir energía 100% verde es posible sin instalar paneles fotovoltaicos en casa. Acceder a plataformas especializadas como Eligenio y revisar información de alto valor relacionada con el sector, te ayudará a identificar proveedores con ventajas competitivas tanto a nivel económico como en lo que concierne al impacto medioambiental.
Adopta buenos hábitos a la hora de utilizar tus electrodomésticos.
Para obtener un mayor rendimiento, lo más recomendable es analizar dónde se ubican las principales fuentes de consumo dentro del hogar. Los electrodomésticos son los elementos que mayores necesidades de consumo tienen. No obstante, nuestros hábitos pueden influir considerablemente en el importe de nuestra factura. ¿Qué tipo de uso les das? ¿Cuánto tiempo permanecen encendidos a lo largo del día? Aprender a identificar prácticas orientadas al ahorro puede convertirse en una fuente importante para reducir gastos.
Si, por ejemplo, vas a hacer una escapada vacacional de larga duración, puedes optar por apagar la red eléctrica durante el período en que te encuentras fuera o, al menos, desconectar los elementos que más consumen como, por ejemplo, la nevera.
La domótica puede contribuir en la reducción del consumo de energía en un 30%
Una de las creencias más extendidas, es que los aparatos que están en “stand-by” durante largos períodos de tiempo, no consumen energía. En realidad, tenerlos conectados a la red eléctrica puede representar un gasto de, en promedio, 70 € al año. Afortunadamente, el desarrollo de la tecnología y la domótica puede garantizar un mayor control del consumo mediante la programación de sistemas de encendido y apagado eficientes adaptados a los hábitos y necesidades reales del hogar. Se calcula que un sistema de domótica puede llegar a traducirse en un ahorro energético de hasta el 30%.
Desconecta
Se calcula que, por cada kilovatio por hora de electricidad ahorrado, se evita la emisión de un kilogramo de CO₂ a la atmósfera. Adoptar el hábito de interrumpir el suministro de electricidad cuando nos encontremos fuera, puede repercutir en un ahorro de hasta el 10% del consumo. En realidad, es una cuestión de concienciación.
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