El proceso de reciclado de un coche se ha convertido en un negocio muy lucrativo en la actualidad. Sólo en los Estados Unidos alrededor de 12 millones de coches son reciclados al año, y esta industria aporta 25 mil millones de dólares al PIB de este país. Pero, ¿cómo se lleva a cabo el proceso de reciclado de un coche?
Con el reciclado no sólo nos referimos al proceso de obtener materia prima para fabricar otro componente, sino también a la reutilización de ciertos componentes, como las lunas de los coches. Aunque en este caso, antes de sustituir la luna debes saber que se pueden reparar en talleres especializados como Carglass.
¿Cómo se recicla un coche?
Es obvio que un coche no es algo que podamos tirar en un contenedor como lo hacemos con el plástico y papel que reciclamos.
Cuando un coche llega al final de su vida útil, el dueño tiene la opción de llevarlo a un desguace donde se realiza el reciclaje siguiendo estos pasos:
- Drenado y remoción de todos los fluidos. Además de hacer el resto del proceso más expedito, este paso ayuda a garantizar un proceso más seguro al reducir la posibilidad de incendios debido a los fluidos volátiles que generalmente se encuentran en los motores.
- Desarme de partes valiosas y reusables. Algunas de las partes de los coches que llegan a los desguaces pueden tener valor en el mercado de recambios y otras pueden reusarse, el problema es que el desarme toma tiempo, y según el dicho, el tiempo es dinero.
- Prensado y triturado. Tras su desarme, generalmente solo queda el cuerpo del coche, que está hecho de diferentes metales. Estos metales son prensados y triturados para que luego, empresas especializadas en el reciclado de metales lo procesen para un nuevo uso.
¿Qué partes del coche pueden volver a usarse?
Hay muchas partes de los coches que llegan a los desguaces que pueden salvarse y usarse como recambio en otros coches similares.
Generalmente son partes de plástico que aún están en buenas condiciones, mangueras de goma, alfombras, asientos, correas, entre otras.
Sin embargo, las partes más relevantes durante el proceso de reciclado de un coche suelen ser las lunas, los neumáticos, las baterías y los motores.
Reciclado de lunas de coches.
A menos que el coche haya estado involucrado en un accidente muy grave, las lunas suelen estar en buenas condiciones al llegar al desguace.
Reciclar el cristal de las lunas es muy provechoso, ya que este material puede ser usado nuevamente en aplicaciones que incluyen:
- Fabricación de azulejos.
- Cuentas de cristal.
- Porcelana.
- Encimeras.
- Joyería.
Más aún, reciclar el cristal de las lunas permite ahorrar la utilización de grandes cantidades de petróleo necesario para la producción de cristal nuevo, lo que permite reducir la huella de carbono.
Reciclado de neumáticos de coches.
Los neumáticos son llevados a trituradoras de goma que se encargan de procesar este material para ser reusado en diferentes aplicaciones como:
- Base para los materiales de construcción de carreteras.
- Materiales aislantes.
Reciclado de baterías de coches.
Uno de los elementos más temidos por los ambientalistas debido a su alto contenido de ácido sulfúrico y plomo; las baterías de coches requieren un tratamiento especial.
Afortunadamente, los grandes fabricantes de las mismas han desarrollado procesos para reciclar y reusar los componentes para fabricar nuevas baterías o extrayendo sulfato de sodio.
Reciclado de motores de coches.
Generalmente lo que queda de los motores son las partes metálicas, las cuales generalmente sirven para trabajos de restauración. También pueden aplicarse procesos de fundición para aprovechar diferentes metales como acero, aluminio y cobre.
En conclusión, el proceso de reciclado de un coche ofrece muchos beneficios, tanto económicos como medioambientales.
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