
Mientras los científicos trabajan en soluciones, expertos recomiendan reducir la exposición eligiendo envases de vidrio, alimentos frescos y evitando calentar plásticos en microondas.
- Plásticos alimentarios: hasta 9.936 químicos detectados.
- Migran al alimento por calor, grasa, sol, microondas.
- Afectan hormonas, metabolismo, sistema cardiovascular.
- “BPA-free” ≠ seguro: sustitutos también son tóxicos.
- Llamado urgente a rediseñar plásticos.
- Iniciativas globales y ensayos con bioplásticos.
- Acciones individuales ayudan: vidrio, acero, menos procesados.
El envoltorio que contamina el cuerpo
Un simple envoltorio de plástico para alimentos puede contener hasta 9.936 químicos diferentes, muchos de ellos capaces de migrar hacia la comida y, posteriormente, al cuerpo humano. Estas sustancias incluyen aditivos conocidos como bisfenol A (BPA) y ftalatos, ya identificados como disruptores endocrinos, pero también miles de compuestos no regulados o aún no identificados.
La exposición no es trivial: el calor, la grasa, los rayos UV o simplemente el tiempo facilitan el traspaso de estos químicos desde el plástico hacia los alimentos. Algo tan común como recalentar en microondas o dejar comida en un coche caliente acelera el proceso.
Un cóctel químico difícil de rastrear
El plástico, aunque parte de polímeros básicos, se modifica con una variedad de colorantes, suavizantes, estabilizadores térmicos y más. A esto se suman impurezas del proceso de fabricación, residuos de producción y productos secundarios que aparecen con el tiempo y el uso.
Estos elementos no están químicamente ligados de forma estable, lo que permite que se liberen con facilidad. Por eso, los envases de uso alimentario como bolsas, botellas exprimibles y bandejas son particularmente problemáticos.
Efectos en las células humanas
Un equipo del Departamento de Biología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) analizó 36 productos cotidianos procedentes de EE. UU., Reino Unido, Corea del Sur, Alemania y Noruega. Usando espectrometría de masas de alta resolución, identificaron miles de compuestos, muchos de los cuales alteran la función hormonal y el metabolismo celular.
Estas alteraciones celulares coinciden con estudios poblacionales que detectan BPA y ftalatos en más del 90 % de las personas en regiones como Europa, Asia y América del Norte.
Además, se encontró que mezclas de químicos plásticos modificaban la actividad de 11 receptores acoplados a proteínas G, fundamentales en la señalización celular. Estas modificaciones pueden afectar procesos críticos como el crecimiento, la reproducción y el uso de energía.
Riesgos para la salud global
La exposición a ftalatos se ha asociado a unas 350.000 muertes por enfermedades cardiovasculares en 2018, especialmente en adultos de mediana edad. También se han vinculado con obesidad, diabetes e hipertensión.
Incluso las alternativas al BPA, como el bisfenol S (BPS) y el bisfenol F (BPF), han mostrado causar alteraciones celulares similares, desmintiendo la supuesta seguridad de productos “libres de BPA”.
¿Rediseñar el plástico?
Con más de 13.000 químicos plásticos conocidos (y muchos sin listar), el abordaje químico por sustancia resulta inviable. La comunidad científica aboga por un cambio estructural: crear plásticos seguros desde el diseño.
Actualmente, se están probando polímeros de origen vegetal que son biodegradables y funcionales para conservar alimentos, al bloquear oxígeno y humedad, dos factores clave.
Regulaciones en marcha
175 países se reunieron en Ottawa para avanzar en un tratado de la ONU que aborde la contaminación plástica desde su origen. Aunque aún en discusión, se espera que se formalice en 2026.
Algunos gobiernos han tomado la delantera. La Agencia Europea de Sustancias Químicas ha clasificado muchos plastificantes como sustancias de alta preocupación, y varios estados de EE. UU. ya prohíben el BPA en materiales de contacto alimentario.
Incluso las propias industrias están creando registros abiertos de aditivos ante futuras exigencias regulatorias.
Qué se puede hacer ahora
Mientras la ciencia y la legislación avanzan, hay acciones concretas para reducir la exposición:
- Evitar calentar alimentos en plásticos, usar vidrio o cerámica.
- Preferir alimentos frescos o congelados, en lugar de enlatados o ultraprocesados.
- Sustituir utensilios rayados, especialmente los antiadherentes.
- Ventilar espacios cerrados con nuevos plásticos, como coches y muebles.
Estos pequeños cambios pueden ser importantes, ya que la exposición es acumulativa: cada sorbo de una botella de plástico y cada bocado envuelto en plástico suma.
El rediseño de materiales plásticos desde una óptica sostenible tiene un potencial transformador para la salud y el medioambiente. Apostar por bioplásticos compostables, elaborados a partir de fuentes renovables como almidón de maíz, celulosa o algas, podría eliminar gran parte de los compuestos tóxicos y reducir la persistencia de residuos en los ecosistemas.
Además, la aplicación de la química verde en el desarrollo de nuevos polímeros permite materiales que se degradan en semanas y no liberan contaminantes. Si estas innovaciones se escalan industrialmente, podrían sustituir en gran medida los plásticos derivados del petróleo, reduciendo la huella de carbono, la toxicidad ambiental y los impactos negativos sobre la biodiversidad.
Impulsar estas tecnologías, junto con políticas fuertes y educación ciudadana, es clave para lograr una economía circular verdaderamente sostenible en el sector de los envases y embalajes.
Más información: Plastic Food Packaging from Five Countries Contains Endocrine- and Metabolism-Disrupting Chemicals | Environmental Science & Technology
Hector Mario Santos Lopez dice
se debe tomar medidas y controles o regulaciones a todo nivel en todo el mundo.
usar vidrio o empaque de de material vegetal.
gracias por el artículo.
Giordi dice
Descubrieron América
Juan Antonio dice
La elección es en parte nuestra, los consumidores. Es verdad que a veces es difícil elegir sin plástico, es más caro el yogur que viene en envase de cristal. Podemos por ejemplo comprar la fruta suelta en lugar de la que viene embolsada. En cualquier caso el primer paso es ser consciente del problema, a partir de ahí viene lo que cada uno decide y hace
Jorge dice
El problema es la ideología de izquierdas que no enseña a respetar la pureza del medio ambiente. Para los zurdos lo único que importa en el mundo es el dinero.
Jmcaba dice
Otra falacia mas, pagada por los lobbies del carton y la madera
Como que intenta vendernos que el carton y papel es lo mas ecologico qué el plastico , cuando todo el mundo sabemos que para hacer cartón hay qué cortar arboles y el proceso de fabricacion de la pasta de papel-carton consume millones de litros de agua que acaban llegando a los rios contaminándolos
Pero como aqui todo vale, y los usuarios nos convencemos con cualquier cosa qué sale por internet
Pues venga a soltar noticias que sean verdad o no algo siempre quedara
Que facil es manipularnos … igual que la polemica de los coches eléctricos hay articulos que dicen que dicen que son muy buenos y otras tantos quw dicen que son muy malos
Igual que los plasticos !!!
Lo mismo asi que siempre mucha cautela cob este tipo de noticias
Gabi dice
La responsabilidad primaria es de las empresas productoras que eligen los plásticos para sus envases. Lo que nosotros podemos hacer como último eslabón de la cadena de consumo, es comprar preferentemente alimentos frescos vs productos alimenticios ultraprocesados, elegir siempre envases de vidrio o metal, llevar siempre nuestras propias bolsas de tela o papel al supermercado, re ciclar el uso de las cajas de cartón (recuerdo que mi madre usó una misma caja de cartón para llevar y traer botellas del supermercado durante al menos 8 años)
Marcos dice
Hay que volver al vidrio y a la comida casera esterilizada, cada uno decide que consumir, si no compramos tienen que obligatoriamente cambiar las cosas.
Mercedes dice
Si son tan peligrosos, que los prohíban!
Alicia dice
Si son tan peligrosos, que los prohíban
Nacho dice
En español, “químico” como sustantivo para referirse a una sustancia es un anglicismo calco del inglés (chemicals), y lo correcto sería “sustancias químicas” o “productos químicos”,
Jose dice
Hay que volver al vidrio en la medida que sea posible y/o materiales nobles, pero ya no se puede consumir nada que no esté contaminado y/o genéticamente. modificado, la estupidez humana no tiene límites.
Silvina dice
En Argentina la cosa va muy lenta. Los consumidores si queremos pero las bolsas son de polietileno de la mayor parte de los supermercados, cuando en otros países si son de algodón o lino, de nylon las de frutas y verduras frescas, algunas empresas son conscientes pero son poquitas, y tienen hermosas bolsas de material vegetal y orgánico. Tanto en alimentos como en peines, etc, debe haber un cambio
Manuel de Jesús Estrada Cañedo dice
excelente publicación en la educación de nuestros entornos para que sean saludables en cada uno de los lugares donde habitamos y así tener el conocimiento de la prevención de la salud que tanto nos hace falta a la sociedad.
les felicito y agradezco el mensaje.