Un estudio global pionero emplea bolsas de té como herramientas para medir el impacto del cambio climático en los sumideros de carbono de los humedales.
Las temperaturas en aumento pueden reducir la capacidad de los humedales para almacenar carbono
Un equipo internacional de científicos realizó un experimento a gran escala enterrando 19.000 bolsas de té de té verde y rooibos en 180 humedales distribuidos en 28 países, con el objetivo de evaluar la capacidad de estos ecosistemas para almacenar carbono en el suelo, fenómeno conocido como secuestro de carbono en humedales.
La metodología: bolsas de té como indicadores ecológicos
Aunque puede parecer inusual, las bolsas de té son un método probado para estimar la liberación de carbono desde el suelo hacia la atmósfera. Esta es la primera vez que se utilizan para un estudio a largo plazo y a escala global. El análisis de las hojas de té permitió identificar qué tipos de humedales emiten más carbono.
Los investigadores, liderados por la Dra. Stacey Trevathan-Tackett de la Universidad RMIT, enterraron las bolsas de té a 15 cm de profundidad, utilizando etiquetas GPS para su localización y recolectándolas en intervalos regulares durante tres años. Se midió la masa orgánica remanente para determinar la cantidad de carbono preservado en los humedales.
La elección de los tipos de té fue estratégica:
- Té verde: Representa materia orgánica que se descompone rápidamente.
- Rooibos: Se descompone más lentamente, lo que permite evaluar formas de carbono más resistentes.
Hallazgos principales
1. Efecto de las temperaturas en la descomposición del carbono: Los datos mostraron que temperaturas más altas aceleran la descomposición de la materia orgánica, lo que reduce la capacidad del suelo para preservar carbono.
- El té rooibos mostró mayor descomposición en todas las regiones más cálidas, incluso en tipos de carbono que suelen ser más resistentes.
- En el caso del té verde, la descomposición fue más rápida en humedales de agua dulce y más lenta en manglares y praderas de pastos marinos.
2. Ecosistemas con mayor potencial de almacenamiento de carbono: Los humedales de agua dulce y los marismas mostraron una mayor masa residual de té, lo que indica un potencial superior para almacenar carbono. Estos hallazgos destacan la importancia de proteger estos ecosistemas frente a cambios ambientales y de uso del suelo.
Implicaciones para el cambio climático y la gestión ambiental
Los humedales son esenciales como sumideros de carbono, y cualquier cambio en su capacidad de almacenamiento puede influir significativamente en el calentamiento global. Proteger estos ecosistemas y maximizar su capacidad para secuestrar carbono podría ser una herramienta clave para mitigar las emisiones globales.
Además, el estudio sugiere que, aunque el aumento de temperaturas puede fomentar la producción de carbono en las plantas, este proceso no compensaría por completo las pérdidas de carbono del suelo. Esto subraya la necesidad de futuras investigaciones para comprender mejor este equilibrio.
Próximos pasos
Los investigadores planean combinar estos resultados con datos de estudios similares en ecosistemas terrestres, como los bosques, para desarrollar modelos predictivos globales. Estos modelos ayudarán a identificar estrategias para proteger los ecosistemas con mayor capacidad de almacenamiento de carbono.
La investigación, titulada “Climate effects on belowground tea litter decomposition depend on ecosystem and organic matter types in global wetlands”, ha sido publicada en la revista Environmental Science and Technology.
Este innovador estudio no solo mejora nuestra comprensión del papel de los humedales como sumideros de carbono, sino que también ofrece una base científica sólida para diseñar políticas de conservación y manejo sostenible que aborden los desafíos del cambio climático global. Proteger estos ecosistemas es crucial para garantizar un equilibrio climático en el futuro.
Vía www.rmit.edu.au
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