Después de 47 años de funcionamiento, la antigua planta de Muehleberg se ha apagado, pero el proceso completo para su desmantelamiento tardará unos 15 años.
En 2017, las centrales nucleares suizas produjeron un tercio de la electricidad del país.
El fin de la era atómica ha comenzado en Suiza. El viernes 20 de diciembre a las 12:30 horas, la histórica planta de Muehleberg, una de las 5 centrales nucleares que aún funcionan en Suiza, fue cerrada transmitido en directo por televisión. Se trata de una noticia histórica, teniendo en cuenta que la energía atómica representa más del 30% de la producción nacional de electricidad.
La decisión de apretar finalmente el botón de «apagado» viene de razones puramente económicas: la central fue construida a principios de los años 70 y después de 47 años de funcionamiento, los altos costes de mantenimiento hicieron que no fuera económicamente rentable continuar manteniéndola activa.
El proceso de desmantelamiento completo será largo y complejo. En el año 2020 se iniciarán las obras de demolición, proceso que durará unos diez años, a partir de 2030 se recuperará la zona con el objetivo de crear en 4 años un gran bosque en el lugar donde hoy se encuentra el reactor.
Pero aunque el cierre fue dictado sólo por el criterio de los economistas, los políticos y los ambientalistas han celebrado el momento como un objetivo «verde» conseguido. En los últimos años, especialmente después del accidente de Fukushima, la planta se ha convertido en el lugar de repetidas protestas dentro del debate sobre la seguridad nuclear en Suiza.
Este es, en efecto, un día histórico. El cierre de la central nuclear de Muhleberg ofrece oportunidades (de crecimiento) para la energía hidroeléctrica y la energía solar.
Simonetta Sommaruga, ministra suiza de Medio Ambiente.
Suiza ha anunciado la eliminación gradual de la energía nuclear, después de que la aprobación popular llegara en referéndum en 2017, presentando nuevos planes gubernamentales para el desarrollo de las energías renovables.
Sin embargo, no hay planificación para el cierre del resto de centrales nucleares. Aún hoy no se conocen las fechas del próximo cierre, aunque es probable que la próxima central destinada al cierre sea la de Beznau, una planta cercana a la frontera alemana activa desde 1969.
Hasta 2017, las centrales nucleares suizas generaban un tercio de la electricidad del país, dejando el grueso al extenso parque hidroeléctrico (alrededor del 60% de la producción suiza) y el 5% a otras fuentes renovables.
«El uso de la energía nuclear en Suiza ha retrasado el desarrollo de las fuentes de energía renovable«, dijo Rougement. «La energía nuclear fue un grave error para Suiza. Teníamos electricidad, pero las generaciones futuras tendrán que lidiar con los residuos tóxicos y no nos lo agradecerán«.
Vía www.reuters.com
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