Actualizado: 07/04/2024
China, Japón, Taiwán y Corea del Sur dominan el sector, pero cada vez hay más proyectos en los Países Bajos, la India, Francia y los Estados Unidos.
La energía fotovoltaica flotante podría convertirse en poco tiempo en el tercer pilar del mercado solar, después de los sistemas en tierra y los tejados.
Un nuevo informe del Instituto de Investigación de Energía Solar de Singapur (SERIS), habla de que el sector está listo para volar hacia una capacidad mundial del orden de teravatios. El documento ofrece una visión en profundidad del sector a través del análisis de los mercados más dinámicos y de las potencialidades que se pueden aprovechar.
Según los autores, en diciembre de 2018 la potencia instalada acumulada de la solar flotante era de unos 1,3 GW. Pero, aunque la tecnología comenzó en 2008, la mayor parte del crecimiento se ha registrado sólo desde finales de 2016.
China, Japón, Taiwán y Corea del Sur han dominado hasta ahora el mercado de sistemas fotovoltaicos flotantes. Sin embargo, SERIS -que opera el banco de pruebas flotante más grande del mundo en Singapur- dice que un número cada vez mayor de países están entrando en juego con proyectos comerciales importantes, incluyendo India, Tailandia, China, Vietnam, Singapur, Malasia, los Países Bajos, Francia y los Estados Unidos.
La mayoría de las instalaciones realizadas hasta la fecha se encuentran en cuencas industriales y mineras, reservas de agua potable o tanques de riego, pero están empezando a aparecer una serie de proyectos en embalses hidroeléctricos.
En estas instalaciones, los autores señalan, sin embargo, se debe prestar especial atención a los posibles efectos sobre el régimen de aguas río abajo del embalse, que normalmente está sujeto a restricciones en la gestión del agua, la agricultura, la biodiversidad, la navegación y los medios de subsistencia.
Los primeros experimentos de energía fotovoltaica flotante en el mar también son de interés.
El despliegue de tecnologías de FPV cerca de la costa podría ser de gran interés para las ciudades costeras pobladas. De hecho, podría ser la única vía viable para que los pequeños estados insulares generen energía solar a gran escala, dada la limitada disponibilidad de terrenos adecuados para instalaciones fotovoltaicas en tierra.
El documento estima que hay más de 400.000 kilómetros cuadrados de yacimientos en el mundo aptos para esta tecnología, con un potencial explotable de más de 400 GWp.
El desarrollo futuro del sector está ligado principalmente a la reducción de costes. Muchos de los gastos para estos proyectos dependen del lugar de instalación, su acceso, su profundidad y la fluctuación del nivel del agua, así como de la estructura flotante realizada.
Hay que tener en cuenta varios factores técnicos, así como el contexto medioambiental y social, a la hora de decidir si se implementa o no la energía solar flotante. En algunos casos, los proyectos ya pueden ser más competitivos que la fotovoltaica montada en tierra.
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