Un proyecto de autopistas eléctricas recibe 2 millones de libras para elaborar planes de cables eléctricos aéreos en la autopista cerca de Scunthorpe.
El Gobierno financiará el diseño de un plan para instalar cables eléctricos aéreos que alimenten a los camiones eléctricos en una autopista cerca de Scunthorpe, como parte de una serie de estudios sobre cómo descarbonizar el transporte de mercancías por carretera.
El estudio sobre el sistema de carreteras eléctricas (e-highway), respaldado con 2 millones de libras de financiación, elaborará planes para instalar cables aéreos en un tramo de 20 km de la M180 cerca de Scunthorpe, en Lincolnshire. Si se aceptan los diseños y se financian las obras, los camiones podrían estar en la carretera en 2024.
El transporte de mercancías por carretera es uno de los sectores de la economía más difíciles de descarbonizar, ya que todavía no existe ninguna tecnología a gran escala capaz de propulsar camiones de largo recorrido con cero emisiones.
Los nuevos camiones de gasóleo y gasolina estarán prohibidos en Gran Bretaña para 2040 como parte de los planes para reducir las emisiones de carbono a cero neto para 2050. Esto ha dado a las empresas de camiones poco tiempo para desarrollar y comercializar una tecnología que será crucial para el funcionamiento de la economía.
Mientras que los coches pueden recurrir a las baterías de iones de litio, el peso de una batería necesaria para alimentar un camión completamente cargado durante largas distancias ha llevado a las empresas de transporte a buscar alternativas.
El estudio sobre la autopista eléctrica es una de las opciones que se financiarán, junto con un estudio sobre los camiones de pila de combustible de hidrógeno y los camiones eléctricos de batería, según informó el Ministerio de Transportes.
En la autopista eléctrica, los camiones equipados con unos dispositivos denominados pantógrafos -similares a los usados por los trenes y tranvías- podrían aprovechar el suministro de electricidad para alimentar los motores eléctricos. Los camiones también dispondrían de una batería más pequeña para alimentar el primer y el último tramo del viaje fuera de la autopista.
El proyecto está dirigido por Costain, una empresa de construcción de infraestructuras que también explota algunas autopistas del Reino Unido, y usa camiones fabricados por la sueca Scania y tecnología eléctrica de la alemana Siemens, que ya se usa en pruebas a menor escala en ese país, Suecia y Estados Unidos.
También participan académicos del Centro para el Transporte Sostenible de Mercancías por Carretera, un proyecto conjunto de las universidades de Cambridge y Heriot-Watt, que ya había constatado que un sistema de carreteras eléctricas podría poner al alcance de los camiones todas las zonas del Reino Unido, salvo las más remotas, para finales de la década de 2030, con un coste de 19.000 millones de libras. Este estudio sugería que el plan se amortizaría en 15 años mediante el cobro de la electricidad.
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