La movilidad eléctrica ha ganado terreno a nivel mundial, y cada vez más investigaciones se centran en cómo mejorar su autonomía y eficiencia. Una reciente investigación de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa ha arrojado datos fascinantes: añadir paneles solares a los vehículos eléctricos podría permitirnos cargarlos la mitad de veces. Aunque parezca increíble, este estudio, realizado en 100 ciudades alrededor del mundo, sugiere que no estamos hablando de coches que se mueven sólo gracias a la energía solar, sino de un equilibrio entre el uso de energía solar y electricidad de batería.
¿Cómo puede influir?
El estudio revela que, incorporando tecnología fotovoltaica en los vehículos, se podría conseguir una autonomía diaria adicional de entre 11 y 29 km.
Este extra no solo significaría reducir los ciclos de carga, sino también una considerable disminución en las emisiones de CO2 relacionadas con la producción de energía. En términos económicos, esto se traduciría en un ahorro para los usuarios y un alivio para la red eléctrica.
Sombras en la ciudad: ¿Un desafío para la tecnología solar?
Uno de los principales retos al integrar paneles solares en coches eléctricos es el efecto de las sombras proyectadas por edificios y árboles en áreas urbanas. Estas sombras podrían limitar la capacidad de los paneles para capturar energía solar.
Sin embargo, el estudio trae buenas noticias: a pesar de que las sombras pueden reducir la irradiación solar en un promedio del 25% en las ciudades, los beneficios de esta tecnología siguen siendo notables.
Las regiones con las condiciones más propicias para la integración de paneles solares en autos eléctricos se encuentran en África, Medio Oriente, Europa del sur y el Sudeste asiático. Pero otras zonas como China, Norteamérica y Australia también muestran un potencial significativo.
Europa: Entre avances tecnológicos y desafíos políticos
Europa enfrenta desafíos para reducir las emisiones de vehículos. Aunque los resultados de la investigación son alentadores, es esencial que haya un respaldo institucional y políticas industriales adecuadas para lograrlo. Recordemos que los transportes representan un tercio de las emisiones globales, y reducir esta cifra es imperativo. Por ahora, la integración de la energía solar en autos eléctricos aún parece un sueño lejano, pero con el avance de la investigación y la voluntad política, podría convertirse en una realidad más pronto de lo que imaginamos.
Más información: wiley.com
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