Es muy poco probable que las licencias de caza de ballenas se renueven en Islandia cuando expiren a finales de 2023, anunció su ministro de Pesca y Agricultura, Svandís Svavarsdóttir.
Esto pondrá fin efectivamente a la caza comercial de ballenas en Islandia una vez más después de que se reanudó en 2006.
Sin embargo, puede que no se deba a la controversia que rodea las prácticas balleneras de Islandia.
Parece que ya hay poco beneficio económico en la caza de ballenas, y una combinación de las restricciones de la pandemia y Japón comenzando la caza comercial de ballenas nuevamente en 2019 ha empujado a las pocas empresas autorizadas a cazar estos mamíferos marinos a detener la práctica ya.
Los derechos de pesca actuales serán válidos hasta 2023. Como antes, la caza de ballenas no estará permitida a partir de 2024.
Debe demostrarse que es económicamente justificable renovar los derechos de pesca. En un contexto histórico, estas pesquerías han tenido un impacto negativo en los intereses de exportación del país. El riesgo reputacional que implica el mantenimiento de esta pesquería y el daño al medio ambiente es considerable.
Svandís Svavarsdóttir, Partido Verde
En 2018, las empresas del país nórdico mataron a 146 ballenas de aleta y seis ballenas Minke. Los balleneros islandeses ese año también fueron acusados de sacrificar un raro híbrido de ballena azul. Las ballenas azules, el animal más grande que jamás haya existido, son una especie en peligro de extinción debido a siglos de caza humana y protegida en todas partes.
Las cuotas anuales de Islandia para 2019-23 permiten la caza de 209 ballenas de aleta (la segunda ballena más grande) y 217 ballenas minke, una de las más pequeñas.
En los últimos tres años, sin embargo, solo una ballena fue cazada, una ballena minke en 2021, después de que algunas de las compañías balleneras comerciales más grandes de Islandia cancelaran sus cacerías para 2019 y 2020.
Islandia sigue siendo uno de los pocos países que se han opuesto formalmente a la moratoria mundial en curso sobre la caza de ballenas establecida por la Comisión Ballenera Internacional en 1986 y recibió sanciones de los Estados Unidos en 2011 por su caza de ballenas.
No es definitiva por el momento la posición que tomará el país sobre el tema después de 2024.
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