Actualizado: 05/07/2024
La fontanería, la electricidad, el suelo, la distribución o el color de las paredes son los principales aspectos en los que pensamos al realizar una reforma o construir un edificio. Aspectos que, obviamente, son importantes, pero, no hay que olvidarse del aislamiento, tanto térmico como acústico, ya que son dos factores imprescindibles, que hay que tener muy en cuenta y que en los últimos años han ganado una gran importancia en el sector de la construcción.
Conscientes de que es un aspecto desconocido para el público general, que no está involucrado en el mundo de las obras o las reformas habitualmente, en este post te vamos a contar qué es el aislamiento térmico y acústico con el objetivo de que puedas conocer cómo puede ayudarte.
Así mismo, vamos a hablar de los materiales aislantes más eficaces, como la lana de vidrio aislante, el poliestireno expandido o la espuma fenólica, para tratar de ayudarte a tomar una decisión a la hora de elegir entre un material u otro.
¿Qué es el aislamiento térmico?
Tal y como establece la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (ANDIMAT), el aislamiento térmico es la capacidad de controlar la transmisión del calor para evitar que exceda ciertos límites. Para explicarlo de una forma más sencilla, podríamos decir que es la capacidad que tienen ciertos materiales y sistemas para mantener la temperatura en el interior.
La capacidad de aislamiento térmico incide directamente en la cantidad de calor o refrigeración que precisa un edificio para que exista una temperatura confortable. Cuanto mayor sea el nivel de aislamiento térmico, menor uso habrá que hacer de la calefacción en invierno y del aire acondicionado en verano, ya que se evita la pérdida de frío o calor del interior hacia el exterior y, al mismo tiempo, se impide que el frío o el calor del exterior entre en la vivienda.
¿Qué es el aislamiento acústico?
Por otro lado, el aislamiento acústico evita que el ruido del exterior o de las viviendas colindantes llegue al interior de nuestra vivienda, siendo fundamental, especialmente en aquellos edificios que se encuentran en el centro de las ciudades y zonas urbanas, donde el nivel de ruido puede ser muy elevado y molesto.
El aislamiento acústico ayuda a reducir los problemas ocasionados por los ruidos, lo que nos permitirá disfrutar de una mayor tranquilidad en el hogar y, en definitiva, de un mayor bienestar y una mejor calidad de vida.
Para ello, hay que actuar directamente sobre las paredes, techos, puertas y ventanas principalmente, que es por donde entra el ruido a una vivienda, instalando materiales con propiedades aislantes.
Lana mineral o lana de vidrio aislante, uno de los materiales aislantes más eficaces
Entre la gran variedad de materiales existentes entre los que podemos elegir para aislar acústica y térmicamente una vivienda, la lana de mineral o lana de vidrio aislante se ensalza como uno de los materiales con mejores propiedades aislantes, que sirve tanto para aislar acústicamente como térmicamente, y ofrece un excelente rendimiento.
Un material muy demandado que ha ganado una gran popularidad en los últimos años, la lana mineral es el material más eficiente y fácil de usar para aislar una vivienda, destacando tanto por su excelente rendimiento, como por ser altamente respetuoso con el medio ambiente y resultar muy económico frente a otros materiales.
La lana mineral mantiene el calor en el interior en días fríos y fuera en los días más calurosos, y además de usarse como aislante térmico, también es muy utilizado como aislante acústico, siendo capaz de reducir enormemente la entrada de ruido del exterior al instarlo dentro de techos y paredes.
Principales ventajas del aislamiento térmico y acústico
Disminuye el ruido exterior
La principal ventaja del aislamiento acústico es que reduce el ruido que llega desde el exterior, proporcionando una mayor tranquilidad en el hogar, lo que ayudará a relajarte y a prevenir situaciones de estrés.
Ahorro energético
En cuanto al aislamiento térmico, ofrece un importante ahorro en la factura de la luz, ya que al ayudar a mantener una temperatura confortable en el interior de las viviendas, reduce el uso de calefacción y de aire acondicionado.
Reducen la contaminación ambiental
Ambas soluciones son totalmente respetuosas con el medio ambiente, y es que, el aislamiento térmico ayuda a reducir el uso de combustibles para mantener el calor en el interior, mientras que el aislamiento acústico evita la contaminación acústica, reduciendo los ruidos desagradables que llegan a tu hogar. En definitiva, apostar por un buen sistema de aislamiento térmico y acústico es una forma de colaborar con la preservación del medio ambiente de forma directa.
Revalorizan las viviendas
Así mismo, también hay que destacar que un buen sistema de aislamiento revaloriza las viviendas, siendo una inversión que resultará muy rentable, tanto por el ahorro energético que proporciona, como porque en un futuro te permitiría vender la vivienda a un precio superior.
Deja una respuesta