Actualizado: 14/07/2021
Siguiendo (al fin) la estela de otros países, las pajitas y otros plásticos de un solo uso podrían tener muy pronto los días contados en la Unión Europea. Aunque las medidas específicas que se adoptarán y su calendario aún no están sobre la mesa, la determinación de las autoridades comunitarias es clara. Lo confirma el anuncio del vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Desarrollo Sostenible, Frans Timmermans, quien ha revelado en su cuenta de Twitter que “la legislación europea sobre plásticos de un solo uso llegará antes del verano”.
El anuncio se ha producido a través de las redes sociales después de que el primer ministro británico de Medio Ambiente, Michael Gove, asegurara públicamente que la permanencia en la Unión Europea dificultaba que Reino Unido promulgara normativas en la dirección señalada ya por países como Costa Rica, que pretende convertirse en la primera Zona Libre de Plásticos de un solo uso del mundo. “Un paso por delante” (la Unión Europea respecto a Reino Unido), respondía Timmermans a esos comentarios.
Lo cierto es que, aunque quedan muchos detalles por desvelar, la medida no sorprende. De hecho, también a través de Twitter, el 14 de febrero se supo que las autoridades europeas han recibido más de 1.800 propuestas dentro de una consulta pública lanzada para plantear medidas respecto a los plásticos de un solo uso.
La normativa respecto a los mismos, como ha confirmado el vicepresidente de la comisión, no se hará esperar. Y es que cada año se generan en territorio europeo 25 millones de toneladas de plástico. De ellas, se estima que solo el 30% se recicla. Con este porcentaje, no es raro que los plásticos supongan ya la gran mayoría de los residuos que se encuentran en nuestra playas. Suponen hasta el 85% y no solo se quedan ahí, sino que siguen avanzando en la cadena para “llegar a nuestros pulmones y a nuestras mesas, en forma de microplásticos en el aire, en el agua y en los alimentos”. Lo advierte la Comisión Europea, que enfatiza los efectos “desconocidos” que esta realidad en auge puede tener sobre la salud.
De ahí que la normativa no se haga de rogar frente a la amenaza que suponen las botellas de agua de plástico, las bolsas de un solo uso, los productos sanitarios, los bastoncillos para las orejas, los globos, los envoltorios, los contenedores de comida, los cubiertos y vasos de plástico, además de las colillas. Esta lista es precisamente la de los diez residuos plásticos que se encuentran de manera más frecuente en las playas.
Ahora la Unión Europea moverá ficha para hacer frente a la situación. Aunque ya son muchos los países miembros que han limitado el uso de bolsas, la nueva normativa se volcará en los productos plásticos mencionados pero, también, en los equipos de pesca. La restricción de microplásticos y propuestas como que el etiquetado de productos plásticos biodegradables y compostables sea obligatorio son algunas de las medidas sobre la mesa para un futuro más sostenible. En él, ya se ha avanzado que en 2030 todos los envases de plástico en la Unión serán reciclables.
“Tenemos que impedir que los plásticos sigan llegando al agua y a los alimentos, e incluso a nuestro organismo. La única solución a largo plazo pasa por reducir los residuos plásticos incrementando su reciclaje y reutilización”, incidía Timmermans tras la aprobación en enero de 2018 de la primera estrategia europea sobre plásticos, con la que el viejo continente mira hacia adelante para abordar de frente este importante reto del presente y del futuro.
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