La empresa de sistemas energéticos Sesame Solar ha presentado la primera nanorred móvil 100% renovable del mundo.
Se alimenta tanto por sus paneles fotovoltaicos desplegados en forma de ala como por el hidrógeno verde, la nanorred modular de nueva generación se transporta a zonas de emergencia sin red y entra en funcionamiento en cuestión de minutos, proporcionando semanas de electricidad autónoma donde se necesita desesperadamente.
Alternativa verde a las soluciones alimentadas por combustibles fósiles.
Con una longitud de entre 3 y 12 m, las nanorredes de Sesame están diseñadas para adoptar la forma de un remolque de doble eje o de un contenedor de transporte ISO, y pueden transportarse fácilmente por barco, avión de carga, camión, helicóptero, tren, grúa o carretilla elevadora.
De este modo, pueden transportar energía a todo tipo de escenarios fuera de la red, incluyendo la ayuda en desastres naturales, la respuesta médica y las operaciones militares.
La energía se puede usar para el funcionamiento de equipos médicos de emergencia, el funcionamiento de la purificación de agua, el funcionamiento de equipos de conectividad y comunicaciones, o la carga de bicicletas eléctricas para su funcionamiento en zonas en las que las carreteras son intransitables para los coches y camiones.
Cada nanogrid puede estar equipada con entre 15 y 150 kWh de capacidad de batería y entre 3 y 20 kW de carga solar. Según Sesame, una sola persona puede montarla en menos de 15 minutos y las extensiones de cada unidad se despliegan electrónicamente.
Una pila de combustible de hidrógeno a bordo funciona conjuntamente con el conjunto solar. El hidrógeno se genera in situ mediante electrolizadores alimentados por energía solar que dividen el agua en hidrógeno y oxígeno. El oxígeno se expulsa y el hidrógeno se almacena en tanques exteriores presurizados.
Cuando la carga solar no es suficiente para evitar que el nivel de la batería de a bordo descienda hasta el 35%, la pila de combustible de hidrógeno se activa automáticamente. Cuando las baterías vuelven a estar llenas, la pila de combustible se apaga y los electrolizadores se vuelven a encender y crean suficiente hidrógeno para llenar los depósitos. Una vez rellenado el hidrógeno, los electrolizadores se apagan y la energía solar se dirige de nuevo a la carga de las baterías. Se pueden añadir miniturbinas eólicas compactas como otra opción de generación de energía.
Junto con los componentes de generación, almacenamiento y gestión de energía, cada nanogrid incluye un espacio de oficina móvil en su interior. El espacio puede utilizarse como base de operaciones polivalente para el escenario de respuesta en cuestión y/o personalizarse en diseños específicos, como una clínica médica, un puesto de información de emergencia o incluso una tienda de suministros.
Las nanorredes están construidas con la suficiente robustez para ser utilizadas en el tipo de catástrofes para las que han sido diseñadas. Sesame afirma que pueden soportar vientos huracanados y lluvias torrenciales, y que pueden permanecer en funcionamiento durante 20 años. La carga solar funciona a temperaturas entre 0 y 49 ºC, mientras que las baterías se descargan en un rango entre -20 y 60 ºC.
Las nanorredes están disponibles para su pedido, y Sesame estima su envío en 45 días laborables.
Más información: www.sesame.solar
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