Desde los confines del espacio exterior, una nueva tecnología de baterías promete transformar nuestras soluciones de almacenamiento energético terrestre. Hablamos de las baterías de níquel-hidrógeno (Ni-H2), una tecnología que ha dado vida y poder a innumerables aplicaciones espaciales, y que hoy, busca un lugar en nuestras casas.
La historia cósmica de una batería
Las baterías Ni-H2 han sido protagonistas en diversas misiones espaciales: desde alimentar satélites y rovers, hasta suministrar energía al famoso telescopio espacial Hubble y a la Estación Espacial Internacional. Originadas de las investigaciones de la NASA en la década de 1980, la tecnología de estas baterías fue posteriormente mejorada y adaptada por el profesor Yi Cui y su equipo de la Universidad de Stanford.
EnerVenue: Del espacio a la tierra
En 2020 nace EnerVenue, una empresa con la vista puesta en traer esta tecnología al plano terrestre y hacerla accesible para una variedad de aplicaciones estacionarias. A pesar de que las baterías Ni-H2 se caracterizan por ser robustas y fiables, presentan el desafío de ser poco compactas debido a la necesidad de mantener el hidrógeno gaseoso en un contenedor presurizado. EnerVenue planea comercializar esta tecnología en 2024, apostando por su adaptabilidad en diferentes contextos, desde el almacenamiento masivo de energía hasta su uso en hogares.
El Energy Storage Vessel: Poder Tubular
EnerVenue se centra en el «Energy Storage Vessel», una estructura tubular de aproximadamente 1 metro de longitud y 14 cm de diámetro, capaz de almacenar 1.2 kWh y con una potencia nominal de 560 W. Estas unidades, que pueden agruparse en grandes conjuntos gracias a su diseño eficiente, se perfilan como una solución que puede adecuarse a una amplia variedad de aplicaciones.
Aplicaciones y futuro doméstico
Desde la integración en redes eléctricas para la regulación de frecuencia y tensión, hasta su uso en instalaciones industriales para asegurar suministros eléctricos y promover el uso de energías renovables, las baterías de EnerVenue se presentan como una opción versátil. Además, están en desarrollo aplicaciones domésticas, imaginando estas baterías tubulares en sótanos o espacios subterráneos de las viviendas.
Con la capacidad de realizar hasta tres ciclos por día y una vida útil proyectada de 30 años (o 30.000 ciclos) manteniendo el 86% de su capacidad, superan con creces a las baterías de ion de litio actuales, cuya durabilidad raramente supera los 10.000 ciclos.
Seguridad
En mayo, EnerVenue anunció que sus acumuladores superaron con éxito los test de seguridad contra incendios, incluyendo el riguroso test UL 9540A, que evalúa la propagación del fuego en caso de fallo térmico, sin que se observaran llamas durante las pruebas de estrés térmico.
Asimismo, EnerVenue ha certificado su producto según la norma UL 1973, asegurando su funcionamiento seguro bajo condiciones normales y adversas, evaluando aspectos eléctricos, mecánicos y ambientales.
A pesar de los logros en seguridad, el hecho de que estas baterías contengan una gran cantidad de hidrógeno gaseoso bajo presión impone desafíos en cuanto a la seguridad de las instalaciones. Es probable que las aplicaciones domésticas requieran una mayor demostración práctica de su fiabilidad antes de convertirse en una realidad en nuestros hogares.
Más información: enervenue.com
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