Los investigadores estimaron la vida útil de varios electrodomésticos que se tenían en Noruega entre 1940 y 2022. La vida útil de los refrigeradores, congeladores, secadoras y lavavajillas no cambió significativamente, pero la vida útil de las lavadoras y los hornos disminuyó en 8,6 y 9,3 años.
¿Los electrodomésticos realmente duran menos que antes?
Todo el mundo ha escuchado que los electrodomésticos modernos no duran tanto como los antiguos. Pero, ¿es esto realmente cierto o solo una percepción errónea alimentada por la nostalgia? Si bien existen innumerables anécdotas al respecto, las pruebas concretas son difíciles de encontrar.
Los técnicos de reparación coinciden en que los electrodomésticos fabricados en los años 70 solían durar entre 30 y 50 años, mientras que hoy en día su vida útil promedio se ha reducido a 10 a 15 años.
Señalan que las razones incluyen el aumento de la automatización, el uso de materiales más ligeros y la mayor cantidad de componentes electrónicos, lo que dificulta y encarece las reparaciones.
Evidencia científica sobre la durabilidad de los electrodomésticos
Un estudio reciente de Kamila Krych y Johan Berg Pettersen, del Departamento de Energía e Ingeniería de Procesos en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, investigó la evolución de la vida útil de varios electrodomésticos en Noruega entre 1940 y 2022.
Sus hallazgos fueron los siguientes:
- Desde los años 90, la vida útil de frigoríficos y congeladores ha aumentado ligeramente, aunque sin una diferencia estadísticamente significativa.
- Los lavavajillas y secadoras han experimentado una reducción en su durabilidad desde los años 90.
- Las lavadoras y los hornos han sufrido una caída drástica en su vida útil. Las lavadoras pasaron de durar 19,2 años a solo 10,6 años (−45%) y los hornos de 23,6 años a 14,3 años (−39%).
- Los electrodomésticos antiguos solían durar entre 10 y 30 años.
- En la actualidad, los frigoríficos, lavadoras, secadoras, hornos y lavavajillas duran en promedio entre 10 y 15 años, mientras que los congeladores pueden llegar a los 20 años.
Factores que influyen en la reducción de la vida útil
Aspectos técnicos y de diseño
Uno de los principales factores que explican la menor durabilidad de los electrodomésticos es la mayor incorporación de componentes electrónicos y digitalización.
Si bien esto ha permitido una mayor eficiencia energética y funcionalidad, también ha hecho que los dispositivos sean más propensos a fallos y más difíciles de reparar. Además, se utilizan cada vez más plásticos y aleaciones ligeras en lugar de acero inoxidable y otros materiales más resistentes, lo que reduce la durabilidad estructural.
Factores económicos y modelo de negocio
Las empresas han reducido los costes de producción y el precio final de los electrodomésticos, lo que ha resultado en una disminución de la calidad de los materiales y componentes.
Según el Departamento de Trabajo de EE.UU., los precios de los electrodomésticos bajaron un 12% entre 2013 y 2023, lo que sugiere que el abaratamiento ha tenido consecuencias en la longevidad de los productos.
«El precio es el factor más importante en las decisiones de compra y reparación… Los precios de los electrodomésticos se han reducido en relación con los ingresos de los noruegos: la proporción del gasto de los hogares en electrodomésticos disminuyó del 1,5% en 1975… al 0,9% en 2012.«
Por otro lado, existe una estrategia de obsolescencia programada, en la que los fabricantes diseñan los dispositivos para fallar tras un cierto número de ciclos de uso o dificultan la reparación al restringir el acceso a piezas de repuesto.
Cambio en los hábitos de uso
El estudio también destaca que el mayor uso de los electrodomésticos ha reducido su durabilidad. En 1960, una familia noruega promedio realizaba dos ciclos de lavado por semana, mientras que en el año 2000 se realizaban ocho.
Dado que la durabilidad de las lavadoras se mide en cantidad de ciclos y no en años, el aumento en la frecuencia de uso ha generado reemplazos más frecuentes.
Krych y Pettersen también propusieron una explicación sorprendentemente simple para la disminución de la vida útil de las lavadoras: las usamos más que antes.
«En 1960, una familia noruega de cuatro miembros lavaba dos veces por semana, pero en 2000, ocho. Este cambio en los hábitos de lavado es coherente con un cambio social general en la percepción de la limpieza en los países occidentales. Dado que la durabilidad de las lavadoras se mide generalmente en función del número de ciclos y que un cambio en los hábitos de lavado da como resultado más ciclos por año, podríamos esperar que las lavadoras se reemplacen con mayor frecuencia«.
Hacia un modelo más sostenible
Ante esta problemática, la Unión Europea ha implementado normativas de «derecho a reparar«. Estas obligan a los fabricantes a proporcionar piezas de repuesto por al menos 10 años y a diseñar productos que puedan ser reparados con herramientas convencionales.
En otros lugares, como Estados Unidos, algunos estados han comenzado a aplicar regulaciones similares, aunque a nivel federal aún no existe una legislación de este tipo.
Desde una perspectiva ecológica, la reducción en la vida útil de los electrodomésticos tiene un impacto ambiental significativo.
La producción y eliminación de estos aparatos contribuyen a la extracción de recursos no renovables, el aumento de residuos electrónicos y la emisión de gases de efecto invernadero.
Para fomentar un modelo más sostenible, los consumidores pueden optar por electrodomésticos reparables, fabricados con materiales reciclables y con certificaciones de eficiencia energética.
Al mismo tiempo, es fundamental que los fabricantes adopten estrategias de diseño circular, promoviendo productos más duraderos y reutilizables.
Los electrodomésticos modernos sí han reducido su vida útil en muchos casos, principalmente debido a factores técnicos, económicos y de uso.
Sin embargo, la solución no pasa solo por fabricar productos más longevos, sino también por promover modelos de consumo y producción más sostenibles. Las regulaciones sobre reparabilidad y la concienciación del consumidor serán clave para revertir esta tendencia y minimizar el impacto ambiental de los electrodomésticos en el futuro.
Más información: wiley.com
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