Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han desarrollado un nuevo material amortiguador que es superligero, pero que ofrece la protección del metal.
El material podría dar lugar a cascos, armaduras y piezas de vehículos más ligeros, resistentes y, sobre todo, reutilizables.
La clave del nuevo material es lo que se conoce como elastómeros de cristal líquido (LCE). Se trata de redes de polímeros elásticos en fase cristalina líquida que les confieren una útil combinación de elasticidad y estabilidad. Los LCE se utilizan normalmente para fabricar actuadores y músculos artificiales para la robótica, pero para el nuevo estudio los investigadores investigaron la capacidad del material para absorber energía.
El equipo creó materiales que consistían en vigas inclinadas de LCE, intercaladas entre estructuras de soporte rígidas. Esta unidad básica se repitió sobre el material en múltiples capas, de modo que se doblaran a diferentes velocidades en caso de impacto, disipando la energía de forma eficaz.
En una serie de experimentos, el equipo comprobó la capacidad del material para resistir impactos de diferentes masas a distintas velocidades. Los materiales fueron golpeados por objetos que pesaban entre 1,8 y 6,8 kg a velocidades de hasta 35,4 km/h y, efectivamente, resistieron.
Como era de esperar, el material funcionaba mejor con más capas de células. Una estructura con cuatro capas, por ejemplo, tenía casi el doble de densidad de absorción de energía que una estructura de una sola capa.
Aunque por el momento los materiales sólo se han probado con impactos de hasta 22 mph, el equipo afirma que deberían ser capaces de absorber también impactos a mayor velocidad.
Los investigadores afirman que el material podría utilizarse para mejorar la seguridad de los cascos, los chalecos antibalas, los parachoques de los coches y otras partes de los vehículos y las aeronaves, disipando eficazmente la energía de los impactos sin dejar de ser ligero.
Estamos entusiasmados con nuestros hallazgos sobre la capacidad de absorción de energía extrema del nuevo material. El material ofrece más protección frente a una amplia gama de impactos, pero al ser más ligero podría reducir el consumo de combustible y el impacto ambiental de los vehículos, a la vez que resulta más cómodo para los usuarios del equipo de protección.
Sung Hoon Kang, profesor adjunto de ingeniería mecánica.
El primer caso de uso serán los cascos, ya que el equipo trabaja actualmente con una empresa para diseñar y probar este tipo de equipos de protección para atletas y militares.
Más información: onlinelibrary.wiley.com (texto en inglés).
Vía jhu.edu
Diego Calderon dice
Muy interesante tambien podia ser aplicado para fabricar tamices o mallas para clasificadoras en aplicaciones mineras en la produccion de agregados..