Investigadores de Empa, junto con la empresa química BASF, el laboratorio Spiez y la Universidad Técnica de Berlín, han desarrollado textiles recubiertos que inhiben o incluso matan los patógenos. En el futuro podrían utilizarse como cortinas antimicrobianas en hospitales.
Los hospitales están pensados para curar a la gente, pero cada vez es mayor el riesgo de que los pacientes contraigan una o dos superbacterias durante su estancia. Los científicos han desarrollado unos revestimientos antimicrobianos de larga duración para tejidos que podrían permitir, por ejemplo, que las cortinas de los hospitales eliminen rápidamente virus y bacterias.
A pesar de los esfuerzos del personal médico, los hospitales pueden ser focos de intercambio de patógenos. Y mientras que las superficies lisas, como las manillas de las puertas o las barandillas, pueden desinfectarse con bastante facilidad, resulta más difícil limpiar materiales como los textiles. Para el nuevo estudio, científicos de Empa, BASF, el Laboratorio Spiez y la Universidad Técnica de Berlín han desarrollado un nuevo tratamiento para hacer antimicrobianos los tejidos.
El equipo inventó una nueva fórmula de desinfectante que contenía cloruro de benzalconio y lo aplicó a muestras de tejido sumergiéndolas en una solución de imprimación y pasándolas por rodillos de recubrimiento. La técnica se optimizó cuidadosamente para que la concentración, el tiempo de exposición, la presión y el secado fueran los adecuados para que el recubrimiento se adhiriera bien al tejido.
Para comprobar el poder antimicrobiano del recubrimiento, el equipo incubó bacterias hospitalarias comunes, como estafilococos y pseudomonas, con las muestras. Tras sólo 10 minutos, las bacterias se redujeron significativamente o murieron. El revestimiento también funcionó bien contra los virus, matando el 99% de ellos.
Es un buen comienzo, pero de nada sirve ser eficaz para matar bacterias y virus si el efecto es efímero. Así que el equipo también llevó a cabo experimentos para investigar la durabilidad del recubrimiento textil. Se comprobó que las muestras almacenadas durante seis meses tenían el mismo perfil antibacteriano que las frescas, y las pruebas de envejecimiento artificial sugerían que el recubrimiento permanecería estable en el tejido hasta cinco años.
El recubrimiento se lava con facilidad, por lo que no sería adecuado para aplicaciones como uniformes de personal, batas de pacientes o ropa de cama. Pero el equipo afirma que el recubrimiento podría ser útil para cortinas alrededor de las camas o filtros de aire. Combinado con otras armas, como luces o materiales antimicrobianos, el recubrimiento podría ayudar a frenar la propagación de superbacterias en los hospitales.
Vía www.empa.ch
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