Físicos de la Universidad de Lund (Suecia) han desarrollado unas pequeñas antenas captadoras de radiación solar, también conocidas como nanocables, que podrían ser más adecuadas para el espacio que las actuales células solares de silicio.
Los nuevos nanocables son ligeros y requieren poco material, por lo que pronto se probarán en satélites que ya utilizan células solares tradicionales. De hecho, según un comunicado de prensa de la Universidad de Lund, fueron enviados al espacio hace unos días.
El nuevo tipo de células solares podría duplicar la eficiencia.
Los nanocables fotovoltaicos utilizan tres materiales diferentes que reaccionan a distintas longitudes de onda de la luz solar. En teoría, se adaptan mejor al espectro solar que las actuales células solares de silicio.
Los científicos responsables del nuevo tipo de nanocables han publicado sus hallazgos en la revista Nano Research. El artículo describe un trabajo que ha llevado años. «El gran reto era conseguir que la corriente se transfiriera entre los materiales. Llevó más de diez años, pero al final funcionó«, explica Magnus Borgström, catedrático de Física del Estado Sólido, autor de los artículos junto con el antiguo estudiante de doctorado Lukas Hrachowina.
Los científicos investigan cada vez más las células solares con distintos intervalos de banda, conocidas como células solares en tándem, ya que podrían mejorar mucho la eficiencia. Algunas investigaciones sugieren que podrían duplicar aproximadamente la eficiencia de las células solares de silicio comerciales actuales.
Las células solares de silicio han alcanzado pronto su límite máximo de eficiencia. Por eso, el interés se ha desplazado hacia el desarrollo de células solares en tándem. Las variantes instaladas en los satélites son demasiado caras para colocarlas en un tejado.
Magnus Borgström
Las células solares en tándem suelen desarrollarse sintetizando diferentes materiales semiconductores uno sobre otro. Los investigadores de Lund han ideado un método único que consiste en desarrollar barras extremadamente finas de material semiconductor sobre un sustrato. Esto les permite utilizar una pequeña cantidad de material por unidad de superficie, lo que reduce los costes y lo convierte en un método más sostenible.
Los tres materiales utilizados en los nanocables son indio, arsénico, galio y fósforo. Con estos materiales, los científicos lograron una eficiencia del 16,7%, aunque creen que podría aumentar hasta el 47% utilizando la misma estructura con más huecos de banda.
Además de ser más eficientes, los nanocables poseen la durabilidad necesaria para los viajes espaciales.
Una lámina de nanocables puede compararse a un lecho de clavos. Si aparecieran algunos protones agresivos, lo que ocurre de vez en cuando, probablemente aterrizarían entre los alambres, y si por casualidad eliminaran algunos alambres, no importaría mucho. El daño podría ser peor si aterrizaran en una película fina normal.
Magnus Borgström
Para poner a prueba sus materiales, los científicos han equipado un satélite de investigación con sus células solares de nanocables. El satélite acaba de ser lanzado al espacio por sus socios del Instituto Tecnológico de California (Caltech), en Estados Unidos. El satélite estará en órbita en primavera, y los científicos afirman que recibirán continuamente datos sobre el rendimiento de sus nanocables.
Vía New type of solar cell is being tested in space | Lund University
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