La Organización Meteorológica Mundial presentará en noviembre, durante la COP27, un plan detallado para dar cobertura incluso al 30% de la población mundial que no puede contar con ningún sistema de alerta contra inundaciones, sequías, olas de calor, etc.
En los próximos cinco años, toda la población mundial estará protegida por un sistema global de alerta temprana contra inundaciones, tsunamis, sequías y olas de calor.
El mecanismo cubrirá las carencias que, hasta la fecha, dejan a más de 2.500 millones de personas expuestas a fenómenos climáticos extremos. Este es el ambicioso y necesario proyecto anunciado ayer por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), cuyo valor se prevé en unos 1.500 millones de dólares. El organismo de la ONU presentará un plan detallado en noviembre, durante la COP27 en Egipto.
Las alteraciones climáticas provocadas por el hombre están perjudicando a todas las regiones. El informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático detalla el sufrimiento que ya se está produciendo. Cualquier aumento del calentamiento global incrementará aún más la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Tenemos que invertir por igual en la adaptación y en la resiliencia. Esto incluye información que nos permite anticiparnos a las tormentas, las olas de calor, las inundaciones y las sequías.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.
Según las estadísticas, desde hace 50 años se produce al menos una catástrofe climática al día. Pero la frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos ha cambiado mucho: en comparación con 1970, ahora hay cinco veces más fenómenos climáticos extremos.
Los sistemas de alerta temprana marcan la diferencia con respecto a décadas pasadas. Gracias a ellos, se pueden salvar muchas más vidas que antes, a pesar del aumento e intensificación de los fenómenos extremos. Son los países más pobres los que se llevan la peor parte de las catástrofes climáticas: el 60% de los africanos están desprotegidos, al igual que la mayoría de los habitantes de los microestados insulares y los países menos desarrollados.
¿Cómo funcionan los sistemas de alerta temprana?
El seguimiento en tiempo real de las condiciones meteorológicas y climáticas permite predecir los fenómenos que se avecinan, evaluar su intensidad y desarrollo en el tiempo y, por tanto, formular hipótesis sobre el impacto que pueden tener en un territorio concreto.
Además de la parte «predictiva», estos sistemas integran planes de respuesta a emergencias para gobiernos y comunidades locales.
Se trata de una sección dinámica, que se actualiza en función de las experiencias de otras partes del mundo en situaciones similares.
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